miércoles, 30 de septiembre de 2009

75. Al cole a patita.

Cuando era niño iba todos los días cuatro veces andando a la escuela que estaba a dos kilómetros de casa. Otros niños vivían más lejos, a tres o cuatro kilómetros. Habían pocos niños gordos, ya os lo podéis imaginar: Luisito y Petra, entre más de 1000 niños. A veces, había que ir corriendo para llegar a tiempo y de resultas de esa costumbre, Manolito y Jesusito fueron campeones nacionales junior de cross. Sólamente cuando llovía mucho, pero mucho, o cuando nevaba, sacaba mi tía su Land Rover, metía dentro a todos los niños de la plaza, que éramos diez, y nos llevaba ¡oh Dios mío!, sin sillas adaptadas, hasta la escuela. No había un puñetero paso de cebra en el pueblo, a pesar de que lo atravesaba una carretera nacional con mucho tráfico. Nuestros padres nos daban la cartera y nos decían que tuviésemos "cuidaito". No habían policías municipales para observar el tráfico a la entrada y a la salida de las clases. Quienes conducían un vehículo sabían que los niños (y los adultos) podían cruzar la calle en cualquier momento y por cualquier lado, por lo que conducían con precaución. El peatón era el rey. Hasta los maestros iban a la escuela andando y los que iban en coche, salían tocándo el claxon ya desde su casa. Tut, tuut. Ya viene don Pablito. Tut, tuut, tuuut, tuuuut. Ya viene Doña Carmen, que era la que más ruido hacía.

Nunca murió ningún niño atropellado en el pueblo hasta que los padres, de acuerdo con las autoridades, decidieron que era más seguro que los niños fuesen en autobús. Entonces una niña marroquí cometió la imprudencia de levantarse de su asiento y apoyarse en la puerta del autobús en marcha. La puerta se abrió y la niña cayó a la carretera, desnucándose. Si hubiera ido andando, no habría ocurrido. Aún recuerdo la desesperación de su padre porque entonces no habían casi imanes en España y su hija iba a ser enterrada “como un perro”. “No como un perro”, dijo el sacerdote “pues estas personas rezarán por ella en la forma que saben”. Y más de tres mil personas rezaron un Padrenuestro lo que consoló mucho a la familia.

La única razón por la que los niños no pueden ir a la escuela andando o en bicicleta es que hay demasiados padres histéricos que histéricamente conducen demasiados automóviles para llevar a sus hijos a la escuela.

Yo vivo a cuatro kilometros de la escuela y mi hija no va en bicicleta no sólo por las muchas cuestas sino por tanto desaprensivo que, no respeta la distancia mínima a los ciclistas y utiliza las calles adyacentes a la autopista (por ejemplo la mía) como desvío de la misma cuando hay atascos. Y circula por calles residenciales a 70 km por hora que si no, no cunde el atajo. Antes vivía a cuatrocientos metros de la escuela y llevaba a mi hija en coche. ¿Desaprensivo e histérico? No, desde la escuela hasta mi antigua casa hay una carretera que circula junto a un terreno agrícola protegido y, por presiones de los ecologistas, el gobierno de la provincia no aprueba la construcción de una acera, por lo que los niños tienen que caminar por la cuneta a escasos cuarenta centímetros de los coches que circulan, teóricamente, a setenta kilómetros por hora, aunque muchos no respetan este límite. Un tropezón y adiós niño.

No obstante, algo se puede hacer. Esta mañana nos hemos levantado media hora antes y en lugar de llegar con el coche hasta la misma escuela, he estacionado a quinientos metros de distancia del edificio. A C.M. le ha hecho mucha gracia. Hemos hecho competiciones de farola a farola a ver quien llegaba antes. Ella gana siempre (alguna vez hablaré de la importancia de hacer las reglas del juego de modo que los niños puedan ganar con frecuencia). Al llegar a la escuela, me he sentido como el sereno en una turba de borrachos. Ajeno a esa marabunta de padres histéricos en busca de estacionamiento, me he sentido feliz.

9 comentarios:

  1. Fuego Infernal, es el segundo aviso que te mando de plagiarme, desde otro punto de vista, una entrada de mi blog.
    La primera fue la de las compras con tu mujer dias despues de publicar esta http://dakipalla-kikas.blogspot.com/2009/09/el-bolso.html
    La segunda ésta, días despues de que yo publicase http://dakipalla-kikas.blogspot.com/2009/09/ensenando-pescar.html
    Conozco a uno que debe de vivir cerca de ti, llamado el 23, que va a medias en los ingresos publicitarios de mi blog (Hasta ahora inexistentes, todo hay que decirlo).
    Es bruto, muy bruto y se puede cabrear por pretender robar el jamón de sus hijos (Ya te he dicho que el pan, de momento es inexistente).
    Una frase recurrente en mi blog es "El que avisa no es traidor, el que avisa es ... avisador"
    Pues ya estás, avisado, que como se entere 23 te vas a cagar

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  2. Ya sabes que leo Dakipalla con atención. Dakipalla ha sido siempre una inspiración para mí, pero no para mi diario sino para mi vida.

    El 23 se cayó el otro día por las escaleras y se hizo daño en el culo.

    Ahora a ver si me vas a acusar de intento de asesinato.

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  3. O sea, que el plagio es premeditado porque sabes que no tienes enemigos en Flandes.
    Tu ya sabes de donde soy, y allí tambien somos muy brutos. No tanto como en el pueblo de 23, pero es que allí además la brutalidad la mezclan con inconsciencia.
    En fin, que no me quiero explayar mas por escrito, que hay guardianes del ciberespacio y todavia me detienen por amenazas, pero yo me cuidaria muy mucho de mirar a ambos lados al cruzar en esos 500 metros de paseito hasta el colegio.

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  4. Lo que tenéis que hacer es llevar cada uno a los niños del otro al cole.

    Y de paso llevar a las mías de vez en cuando, que lo llevo fatal. Yo me chupo a diario 15 kilómetros de la autovía más saturada de todas cuantas entran en Sevilla para llevar a las niñas. Antes trabajaba muy cerca del colegio, pero ahora cuando las dejo tengo que tirar p'atrás y volver a salir de Sevilla por el mismo sitio que entré.

    Seguirán allí, porque de momento es la única manera de tener plaza en un colegio concertado religioso, ya que ni en mi pueblo de residencia ni en el que tengo como domicilio laboral los hay, con lo que eso tan bonito de la elección de centro y tal es otra mentira más.

    Tengo dos magníficos colegios concertados muy cerca de mi casa... pero como es otro término municipal, no tengo puntos para optar a una plaza. Y entonces puede obtenerla quien pase un kilo de la educación religiosa y le jodan enormemente las monjas, pero el uniforme es chulo y el gimnasio también, así que me vayan dando por culo que yo vivo 500 metros más p'allá y no tengo derecho a elegir.

    Así que yo, por muchas ganas que tenga de que vayan solas al cole...

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  5. Mira Gonzalo, hace muchos años unos de Regil, donde tienen fama de ser muy brutos, fueron a las fiestas de Azpeitia. Allí les acababan de poner una cabina de teléfonos en la plaza, y los Azpeitiarras se descojonaron de los de Regil porque ellos no tenían.
    Al acabar la verbena los de Regil, con los cojones suficientemente inflados, cogieron la cabina (Antes de que en la escuela de Teleco de Madrid comenzaran a pincharla para llamar a casa sin echar monedas. Consecuencia de ese acto es que las cabinas empezaron a tener el suelo de hormigón, pero esa es otra historia).
    Montarón la cabina en la fregoneta donde habían ido a las fiestas y la plantaron en la plaza de Regil. O sea que los de Azpeitia se quedaron sin teléfono, y los de Regil, segun ellos, comenzaron a tener uno.
    Si quieres te presento a unos de Regil que conozco y trasladais el cartel del nombre del otro pueblo lo suficientemente cerca de tu casa para que ya puedas matricular a tus niñas.
    Seguro que nunca se te ha ocurrido una solución tan imaginativa a tus problemas.

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  6. Lo tuyo Gonzalo, se arregla con una donación (generosa y desinteresada, claro está) para la biblioteca del centro. Echa cuentas y mira si no te merece la pena, entre gasolina y penalidades. Y no seas melindres hombre, "que todo el mundo lo hace". Ya sabes, lo que en España no se arregla por la fuerza (consejo de Kikás) se arregla con dinero.

    Pero ya somos europeos.

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  7. Fuego infinito, tú, además de plagiarme, sígueme faltando al respeto, y vamos a ver cómo acaba esto.
    Gonzalo, por supuesto, la solución del Fuego humeante este, es propia de aquel que siempre busca la posturita fácil, si lo sabré yo.

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  8. ¡Como te aprovechas de que eres cinturón marrón de judo!. Ya hasta has conseguido que Gonzalo diga que mi última entrada no se parece nada a algo que hayas dicho tu antes.

    Volviendo al tema de la entrada, hoy he caminado con C.M. un kilómetro hasta la escuela. Le ha vuelto a parecer divertido. Pues nada, mañana más. Creo que a C.M. le empieza a gustar hacer ejercicio físico. En el entrenamiento de hockey de ayer empieza a mostrar ya detalles técnicos interesantes, empieza a a disfrutar del juego. Nada que ver con el año pasado.

    Me recuerda a un "segunda de casi dos metros" del Cisneros, gallego, por más señas, que el año de nuevo se hartó de decir en cada partido que "este es el último que juego porque siempre termino escarallao" y acabó siendo varias veces campeón de España universitario y jugó varios años en División de Honor.

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  9. ¿No lo diras por mí?
    Ah, no, que no soy gallego
    Por cierto, que tu detectes detalles técnicos interesantes del hockey hierba me hace preguntarme si no será el juego más simple. Me daba la impresión que parecía más complejo

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