(Se advierte al lector que en esta entrada se utiliza lenguaje soez y chabacano. Si usted, contrariamente a lo que piensan los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, opina que dicho lenguaje no es de uso corriente y, por lo tanto, no quiere escucharlo, le invito a interrumpir su lectura AQUÍ).
Con la venia del hijo de puta de su señoría:
En representación del capullo de mi defendido a quien se acusa de hablar correctamente, sin levantar la voz, sin utilizar lenguaje chabacano y sin insultar, le informo de que este huevón se reconoce culpable. No obstante, solicito del hijo de puta de su señoría la reconsideración de la pena de diez años y un día de cárcel en prisión de máxima seguridad. Creo que dicha condena es una putada demasiado gorda para este pobre imbécil. Mi defendido no ha tenido muchas opciones en su vida de aprender el lenguaje de uso corriente. Fue criado entre algodones y educado exquisitamente en una familia de meapilas donde fue tratado con respeto y no recibió más hostias que las que tomaba en misa. En el colegio de pago en el que se formó, no se consentían los malos modos, ni el acoso escolar, ni los insultos. Volvió siempre a su puta casa a la hora que su madre (una beata de mierda) le dijo. Bebió siempre con moderación, nunca insultó al clero, ni tomó drogas, ni tiró botellas a la policía. Con esta vida de fachilla ñoño, ¿qué quiere el grandísimo hijo puta de su señoría? ¿Que mi cliente blasfeme?
Ande no sea cabrón su señoría y arréglelo con un par de hostias bien dadas por parte de un antidisturbios y ya verá ya como a este mojigato se le quita la tontería y empieza a hablar como un hombre.
Nada más que añadir, su capulla señoría.
Cuando he oido la noticia en la televisión, en lo que he pensado ha sido en que una vez hubiese escuchado la sentencia, se hubiese levantado y hubiese dicho:
ResponderEliminar"Con la venia, señoría, es usted un hijo de puta"
A ver qué pasaba
¿Pero eso del sentido común es tan extraño? ¿Para conseguir un puesto público en España es obligatorio ser gilipollas?
Yo leí tu diario antes de enterarme de la noticia y empecé a temer por tu estabilidad mental. Ya cuando comprendí de qué iba me quedé más tranquilo...
ResponderEliminar:oP
Está claro Kikás, que en algún punto de nuestra existencia hemos bebido de la misma fuente (y no me refiero al Canal de Isabel II, a seis grados Celsius, que también).
ResponderEliminarMi estabilidad mental está completamente perdida, Gonzalo. Mi educación no. La próxima vez que comente una noticia pondré el enlace.
Gracias por vuestros comentarios.
Podría hacer una presentación en Power Point de unas 24 horas acerca de la estabilidad mental del susodicho, no os torturaré
ResponderEliminarEs lo que tiene tener amigos, pero amigos de verdad: que los enemigos son completamente superfluos.
ResponderEliminarBueno... tampoco es tan grave, ¿no? ¿Quién no ha llamado hijo de puta a su jefe o cosas peores? ¿Quién no se ha cagado en todos los santos del evangelio pensando en su superior jerárquico? ¿A quién no le han entrado ganas de asesinarlo de vez en cuando? Pero lo importante es no llegar al asesinato, no llegar a las manos, e insultar sin acritud, entre amigos.
ResponderEliminarY el estado mental de Fuego En El Cuerpo es peor que el de Kathleen Turner en la película que acabo de nombrar... Más de 60 entradas en tan poco tiempo... Más partos que 40 españolas en toda su vida...