45. Lepisma saccharina: ¿Qué he hecho yo para merecer esto?

Como digo justo encima del mapita que muestra la localización geográfica de mis lectores, éstos son pocos, pero valientes. Además, he comprobado que una buena parte de los lectores que entran en mi diario lo hacen a través de la entrada "Lepisma saccharina. Orden, limpieza y delincuencia" no porque tengan problemas con la delincuencia sino con este bichito, igual que yo. Y aunque este diario no se hizo para ayudar a nadie que no fuera yo mismo, no está de más que tenga un detalle con los pocos lectores que me leen.

Quienes tienen Lepisma en casa se preguntarán ¿qué he hecho yo para merecer esto?. En realidad la pregunta sería ¿qué es lo que no he hecho?.

1. El Lepisma necesita humedad para vivir y reproducirse. Si tiene Lepisma en casa es porque tiene humedad, ya sea por no aislar suficientemente los muros y sótanos o porque no ha reparado esa tubería que gotea o simplemente porque no seca su cuarto de baño después de utilizarlo.
2. La temperatura ideal de los Lepisma es entre 21 y 26 grados de temperatura. Si tiene Lepisma en casa es porque está calentita. El Lepisma no puede reproducirse en lugares fríos y secos. Por eso se mete en su casa, al calorcito de la calefacción y del agua caliente.
3. El Lepisma tiene fotofobia (no soporta la luz). Si tiene Lepisma en su casa es porque encuentra lugares oscuros donde esconderse durante el día (muebles, grietas, objetos que están en el suelo, ropa tirada, libros y montones de periódicos u otros papeles).
4. El Lepisma se alimenta de celulosa y almidón. Si tiene Lepisma en su casa es porque lo está alimentando. Migas de pan, azúcar o harina sin recoger, cereales en bolsas de papel o en contenedores no cerrados, montones de periódicos y libros por el suelo (el pegamento que se utiliza para encuadernar es su plato favorito), alfombras que no se levantan para limpiar, papel pintado de las paredes.

Si quiere deshacerse del bichito, más que encender la luz del cuarto de baño a las tres de la mañana y gritar "Te pillé" mientras se patea el suelo (matarlos uno a uno no sirve de nada, dado que se reproducen con facilidad) hay que seguir el orden inverso de estos puntos y hacer lo que debió hacer y no hizo.

Hoy han comenzado las obras en casa. Dos aguerridos peones de albañil están derribando mi cuarto de baño. Renovar la casa es una forma extrema (y cara), pero tremendamente eficaz de eliminar el Lepisma. Aunque, afortunadamente, no hace falta, normalmente, llegar a ese extremo.