Parece ser que se ha descubierto que Caster Semenya es hermafrodita. Que no tiene ovarios sino testículos sin desarrollar, al mismo tiempo que vagina. Ustedes perdonen la forma de señalar.
¿Es esto un problema? Parece ser que sí, y muy grave. Tanto que un ministro del gobierno de Sudáfrica dice que si no dejan competir a Caster Semenya será "la tercera guerra mundial". Con el debido respeto a mis lectores, hace falta ser gilipollas.
En todas las competiciones deportivas, no solamente las atléticas, se realiza una diferenciación por sexos. Por eso como parece no estar claro si Caster Semenya es hombre o mujer no sabemos donde ubicarla. Si la competición en lugar de diferenciarse por sexo, se diferenciara por raza, Caster Semenya competiría en la categoría de negroides y Angel David Rodríguez, plusmarquista español con 10,14 segundos sería el campeón del mundo de los cien metros lisos en la categoría de caucásicos. El problema lo tendríamos entonces con los mulatos, los mestizos y los zambos a los que no sabríamos donde ubicar.
El caso Semenya se resolvería estableciendo una competición única con una sóla categoría (seres humanos). Ya sé que es una medida impopular y que, en ese caso, salvo contadas excepciones, las mujeres lo tendrían jodido hasta para clasificarse para los juegos olímpicos, pero oye, cualquier cosa antes de la Tercera Guerra Mundial, por favor.
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