lunes, 30 de noviembre de 2009

124. La señora del perrito.

- "Con la venia de su señoría:

Ya se que hay que tener cuidado y prever lo imprevisible cuando se circula con un vehículo a motor pero le juro que no la ví.

Venía de buscar a la niña del colegio, eran las cinco de la tarde de un día 30 de Noviembre de 2009. Ya sabe su señoría que por esas fechas en estas latitudes es noche cerrada. En mi calle hay pocas farolas por lo que no se ve mucho.  La velocidad máxima permitida es de cincuenta kilómetros por hora pero teniendo en cuenta que la calle es estrecha y pina y está poco iluminada, nunca paso de cuarenta.

Al volver una curva, vi en la acera una luz intermitente, a baja altura. Pensé que un niño volvía a casa andando. Me llamó la atención que aún hubieran padres que se atrevieran a dejar que sus niños caminen solos después de la puesta del sol.

De repente, el susto. Y el golpe. El niño no era tal niño sino un perro, llevado por una señora vestida con un abrigo y un gorro negros (luego resultaron ser gris oscuro). No llevaba brazalete ni chaleco reflectante ni tampoco lucecita. El perrito sí, pero ella no.

No la ví, se lo juro, señoría".

Miré al marido que me devolvió una mirada llena de odio:

- "Perdóneme, no la ví."

- "Asesino", gritó una señora".

- "Silencio en la sala", dijo el juez

-----

Esto no es más que una historia, pero podría haber ocurrido si no hubiera estado tan atento. Hace falta ser tonta para llevar al perrito por la acera con una luz intermitente y caminar por la calzada vestida de negro en noche cerrada, en una calle sin iluminación.

Eso sí. Si la historia hubiera sido real, en vez de estar en casa, al calorcito, escribiendo esta entrada, estaría ahora en comisaría, explicando las razones por las que no puedo ver en la oscuridad como los gatos.

123. Viajando...

Trasteando en el ciberespacio me he encontrado con esta pequeña joya:

Viajando...

Es el diario de Sara, una escritora que además es médico... o al revés.

Sus historias son divertidas, emocionantes, humanas y están, en muchas ocasiones, salpimentadas de fino humor.

Escribe mucho (así que tomadlo con calma, no os déis un atracón como el que me he dado yo esta noche), pero las historias suelen ser breves y amenas.

Desde hoy podréis encontrar el enlace en "Dicen por ahí".

jueves, 26 de noviembre de 2009

122. Los mayores no lo saben todo.

Mi amigo Kikás, a quien tengo en gran aprecio a pesar de conocerlo bien, habla en su diario de una vaca automática que han puesto en su pueblo. Lo de la vaca automática es un buen invento y original. Si se hubiese inventado antes, o si en España no se hubiera permitido la venta de leche envasada en tetrabrik que mantiene la leche durante tres meses, obligando a los españoles a consumir leche fresca, producida cerca de donde viven, nuestros ganaderos lo tendrían más fácil.


En Flandes he visto dispensadores automáticos de pan (Broodautomaat) y de patatas (Pataatautomaat), pero nunca de leche. Supongo que ya llegarán como se dice de los festejos taurinos, con permiso de la autoridad y si el tiempo (que esta semana es especialmente malo) no lo impide. Antes llegaron los cajeros automáticos, que yo no los he conocido de niño. Parece mentira que, después de que se instalara el primer cajero automático en una oficina de Caja Madrid en 1972, pasaron dos años hasta que se instaló el segundo en una sucursal del Banco Popular en Toledo.


Mi hija mayor tiene una idea romántica de los cajeros automáticos. Ella cree que dentro del cajero hay un enano que cuenta el dinero y luego me lo da. Por eso, antes de que yo introduzca la tarjeta, golpea con los nudillos y dice a viva voz "Enano, a trabajar, que a mi papá le hace falta dinero". Ella sabe que el dinero lo hacen los bancos y, por eso, cuando se acaba, basta con ir al cajero por más. Esto es algo que la mayoría de los adultos no sabe y, por eso, les falta siempre el dinero. "Es que los mayores no lo saben todo"

martes, 24 de noviembre de 2009

121. Hermanas de padre y madre.

Mis tres hijas comparten la misma madre, que yo las ví salir a las tres, y estoy bastante seguro de que comparten el mismo padre. Sin embargo, si no fuera así, algunas cosas tendrían más explicación.

C.M. necesita que le den un empujón de vez en cuando, S. no necesita que la empujes y te empuja a tí. Si empujas a Alejandra, se sienta en el suelo, como los manifestantes de los setenta.

Basta con que te pongas un poco serio con C.M. para que recoja su habitación, S. la recoge ella sola y te dice que tienes que recoger la tuya, A. dice que si quieres, la recojes tú.

C.M. nunca necesitó nada para dormirse, S. chupa un calcetín, A. se chupa el dedo.

C.M. no sabe decir no, S. dice lo que le conviene, A. solo sabe decir no.

Así podría seguir hasta hartarme. De momento, me río con la diversidad. Otra cosa será cuando sean un poco mayores y cada una tenga una afición distinta. Me imagino un sábado con una niña en Amberes, jugando a hockey, otra en las Ardenas con los boy-scouts y la tercera en una representación de teatro en Lovaina.

La semana pasada se me ocurrió que si podía conseguir que al menos las tres tuvieran afición por el hockey, pues eso que me encontraba. Saqué la bola y los sticks y me dispuse a enseñarles los rudimentos hasta donde yo sé, que no es mucho. Lección número 1: cómo asir el stick.

S. se dejó aconsejar:

- Mira, S., el stick se agarra así.
- Así agarra.

Y en dos segundos estaba golpeando la bola por todo el salón. Cada vez que se olvidaba de como agarrar el stick, volvía a mí pidiendo instrucciones. Para ella es importante que las cosas se hagan como se deben hacer.

- ¿Así, papá?
- Si, así.

Con A. fue distinto:

- Mira, A., el stick...
- No.
- Venga, no seas cabezota. Así.
- No.

Tiró el stick y fue corriendo por la bola, se la metió dentro de la camiseta.

- Tatáaa.

Y salió del salón en dirección a la cocina. S. lloró porque ya no podía entrenar. Le quité a A. la bola. Se tiro al suelo y lloró quince minutos. Cuando dejó de llorar intenté de nuevo enseñarle el agarre del stick. Que si quieres arroz, Catalina. De nada sirvió mi paciencia. Más de media hora intentando que agarrase una de las manos. No le interesaba. Fatigado y sudoroso, me rendí.

- Vale, hazlo a tu manera.

Entonces se puso el stick entre las piernas y gritó "Arre, caballo" y corrió por toda la primera planta mientras su hermana metía goles entre las patas del taquillón.

A ver cuando es la clase de teatro...

lunes, 23 de noviembre de 2009

120. Entender y prevenir la violencia infantil: Conclusión.


La violencia no es una enfermedad genética o una situación incontrolable en la que nada se puede hacer. La violencia se mama, se aprende y se practica desde la cuna. Todos o casi todos los factores que hacen que un niño acabe utilizando o sufriendo violencia son controlables por los adultos. Sin embargo, es un reto contínuo enseñar a un niño a alcanzar su objetivos in recurrir a la violencia. Y como todos los retos, no es imposible, pero no es fácil.

Muchas personas están implicadas en la educación de los niños y los niños se ven influidos por muchos factores, acontecimientos y personas, pero ningún padre puede utilizar esto como excusa para su falta de constancia: la responsabilidad de la creación de niños que se atrevan a mostrar sus ideas, sus pensamientos y sus sentimientos y a resolvers sus problemas de forma asertiva sin utilizar ni permitir (ni sufrir) violencia es fundamentalmente de los padres. Los padres tienen que crear la situación en la que sus hijos puedan ganar de forma pacífica. Los padres, para ello, pueden hacer uso de ayudas tales como profesores, mentores, psicólogos, médicos...etc), pero, al final, la presencia o la ausencia de estas ayudas no constituyen ninguna excusa para que los padres no hagan su trabajo. 

Muchos padres se preparan mejor para obtener el permiso de conducir o incluso para la vacaciones anuales que para educar a sus hijos. Los niños necesitan el coraje de sus padres para reaccionar frente a las vicisitudes de la vida. Al final, el éxito de la educación de los niños reside en que padres e hijos trabajen como un equipo en lugar de pelearse entre ellos. En esto no vale decir "he hecho lo que he podido": los niños y los padres tienen que hacer todo lo necesario para evitar la violencia. El trabajo es enorme pero la recompensa es aún mayor: una vida de disfrute, orgullo y paz para usted y sus hijos.

Fuentes:


Harris L. Couter, Barbara Loe Fischer, “A Shot in The Dark”. 1991 Avery, Penguin Group (USA) Inc.

Lucille Glicklich-Rosenberg M.D. “Violence and Children: A Public Health Issue”. Psychiatric Times March 1996 Vol. XIII Issue 3.

The American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (AACAP). Understanding Violent Behaviour In Children and Adolescents” No. 55; Updated March 2001
Russell L. Blaylock, M.D. “Excitoxinen. The taste that kills”. Heath Press 1997.

Glenn Doman. “How to teach your baby...” series. The Beter Baby Press 1998.

John P. Murray, Ph.D. “Tv violence and Brainmapping in children”.

William Arntz, Betsy Chasse, Mark Vicente. “What the Bleep do we know”

119. Entender y prevenir la violencia infantil: Características de los niños valientes y pacíficos.

Comienzo esta parte final de la serie "Entender y prevenir la violencia infantil con una aclaración. Mucha gente piensa que el antagonista del amor es el odio, pero no es cierto: el antagonista del amor es el miedo. He dicho en una entrada anterior que la posibilidad de terminar con la violencia no está en el agresor sino en la víctima. Los psicólogos han observado que los niños que se sienten queridos tienen pocas posibilidades de ser agresivos o de convertirse en víctimas. De mi estudio sobre la Programación Neurolinguística he aprendido que la mejor manera de tener éxito es imitar a quien lo tiene. En nuestro caso, estudiar e imitar a los niños que no son violentos pero tampoco víctimas de la violencia a pesar de vivir en un entorno donde la violencia es algo habitual.


¿Cuáles son las características de esos niños valientes y pacíficos? ¿Qué podemos aprender de ellos? ¿Qué características tienen esos niños?


La observación de niños que no usan violencia ni son víctimas de la violencia en entornos donde la violencia es un hecho normal muestra que estos niños tienen unas determinadas características. Los padres que quieren que sus niños sean asertivos, valientes y pacíficos han podido ver en esta serie una lista de factores que llevan a la violencia, es decir, una lista de lo que no se debe hacer. A continuación, a través de las características de estos niños valientes y pacíficos pueden ver que características ha de tener el entorno de un niño no violento.


1. Modelos positivos: el niño ve más comportamientos positivos que negativos. 


Los padres tienen que dar buen ejemplo. Si los padres usan violencia, amenazas, chantaje emocional, o lenguaje agresivo el uno contra el otro, contra los niños o contra otras personas, es difícil que los niños aprendan a solucionar sus problemas de forma pacífica. Pero además, los padres deben presentar a sus hijos otros ejemplos de personas que consiguen sus objetivos sin recurrir a la violencia. Es mejor si esos ejemplos son escogidos de entre su entorno más próximo. El alcalde del pueblo de mi padre (el único pueblo de la Mancha en el que no murió nadie en la guerra civil de 1936), quien avisó a quienes estaban en la lista negra, a pesar de que eran de "los otros"; mi bisabuela quien, a pesar de perder a su marido y a cinco de sus hijos a manos de "los otros", en su lecho de muerte exigió a las viudas y huérfanos de aquellos hombres que perdonaran (algún día contaré su historia). Pero si no existen esos modelos en el entorno más próximo se les puede hablar de Mahatma Gandhi, Martin Luther King, la Madre Teresa de Calcuta, Nelson Mandela, Oskar Schindler y otros que ahora no me vienen a la cabeza, que consiguieron una enorme transformación de la sociedad en la que vivían o salvar a muchas personas de la opresión y la violencia sin utilizar la violencia. La vida de los niños debe ser sembrada con historias de éxito de personas valientes y pacíficas.


2. El desarrollo del amor propio, la confianza y la independencia.


Un niño que se siente bien consigo mismo y al que, en la medida de sus posibilidades, se le dan los medios y se le entrena para cuidar cada día mejor de sí mismo, tiene menos posibilidades de sufrir violencia. Sobreproteger a un niño no le hace menos susceptible a la violencia sino todo lo contrario. Cuanto más independiente, dentro de su capacidad, mejor.


3. Relaciones constructivas, incluidas las relaciones con los profesores, compañeros y amigos.


Asegúrate de que tu hijo reciba el apoyo de sus amigos y de sus educadores y que estos ayuden a que el niño tenga una buena imagen de sí mismo. Aléjalo de quienes le inducen a pensar que no es bastante bueno.


4. Sentimiento de esperanza en el futuro.



Haz sentir a tu hijo que el futuro está lleno de oportunidades y no lleno de amenazas. Ayuda a tu hijo a visualizar que el futuro es mejor que el pasado y que no tiene que luchar por su pequeño espacio en un mundo limitado sino que disfrutar de las posibilidades ilimitadas del generoso catálogo que ofrece el Universo.


5. Buenas capacidades de comunicación social.


Un niño que puede comunicarse bien con otros, que no es demasiado tímido pero que tampoco siente la necesidad de atraer todo el tiempo la atención de todo el mundo, tiene menos posibilidades de utilizar o sufrir la violencia en su relación con otras personas o cuando se enfrenta a un problema.


6. Buenas compañías.


Es el refrán que siempre repetía mi madre: "donde hay lobos, hay lobadas". Si tienes a gala que tu hijo vaya a manifestaciones  antifascistas, o te llena de orgullo que pertenezca a los "Ultra Sur", ¿no crees que eso aumenta sus posibilidades de tener problemas con un grupo de radicales de ultraderecha o con los "Boixos Nois"?. Si tiene buenas compañías tiene menos posibilidades de meterse en problemas.


7. Una relación próxima, basada en la confianza, con un adulto no perteneciente a la familia.


Los niños, y más aún los adolescentes, tienen a veces problemas que no pueden o no se atreven a contar a sus padres. Por eso, un adulto que no pertenezca a la familia pero que tenga la confianza tanto de la familia como del niño, puede ser de gran ayuda en la prevención de situaciones que pueden llevar a la violencia.


8. Empatía y apoyo de la madre (o de la figura materna).


La madre es importante para el desarrollo del niño. Si el niño no recibe atención de la madre, hará cualquier cosa para conseguirla. Tal vez incluso sienta que no hay amor en su vida, lo que le hará presa fácil de la violencia.


9. Buscar refugio y construir un sentimiento de autoconfianza. 


Un niño debe tener la posibilidad de buscar refugio y construir un sentimiento de confianza mediante la realización de pequeños trabajos o aficiones o actividades que le gusta hacer. Porque un niño que no se siente bien consigo mismo, puede reaccionar usando violencia contra otros, ya que, humillándolos se siente importante, pero también puede reaccionar aumentando su introversión, lo que le puede llevar a ser víctima de la violencia.


10.Sentimiento de control y victoria.


Un niño que tiene el sentimiento de que controla su propia vida y de que puede encontrar su camino en cualesquiera circunstancias tiene menos propención a implicarse en actos violentos. Los padres pueden estimular este sentimiento de control dando ejemplo, pero si esto no fuera posible, deberían buscar un mentor, o un coach u otras ayudas para su hijo.

domingo, 22 de noviembre de 2009

118. Entender y prevenir la violencia infantil: Un entorno violento.

Hay personas que, guiadas por ambiciones miserables o comportamiento perverso utilizan a los niños como mano de obra barata o como esclavos (incluyendo aquí la esclavitud sexual). Los niños sufren violencia física y psicológica, son abandonados, utilizados por redes de mendicidad o de prostitución infantil. Se les entrena como delincuentes, como asesinos, como mercenarios, como soldados, como terroristas suicidas...la tristeza que me produce esto es difícil de describir con palabras.

La familia debería ser el refugio donde los niños pueden sentir seguros y protegidos de un mundo hostil. Sin embargo, no siempre ocurre así. Muchos niños muestran un comportamiento violento o criminal como resultado directo de la influencia de un entorno familiar desestructurado donde la injusticia, la brutalidad, el comportamiento asocial, el alcoholismo, el uso de drogas, la violencia y una disciplina mal entendida son la norma. En este tipo de familias, los niños crecen con la idea de que la violencia se usa o se sufre, pero en cualquier caso, se acepta como normal.

Por último, vivimos en una sociedad que venera la violencia. El superhéroe es aquel que patea, golpea o mata para resolver los problemas. De manera consciente o inconsciente aprenden nuestros niños a admirar la violencia cuando soluciona sus problemas de forma rápida y expeditiva. Los "chicos no lloran, tienen que pelear" y los pacíficos son considerados cobardes. Las palabras de los políticos, de los actores sociales, incluso de los deportistas contienen con frecuencia un mensaje agresivo. Hasta las buenas causas utilizan palabras de violencia: "Guerra contra las drogas", "combatir la violencia de género", "guerra contra el terrorismo",  "expandir el negocio mediante una estrategia de venta agresiva", "ejecutivos agresivos", "luchar por la paz" (sí, y joder por la virginidad).

Y todos tenemos que luchar para conseguir lo que queremos, o simplemente,  para sobrevivir. ¿No?

miércoles, 18 de noviembre de 2009

117. Entender y prevenir la violencia infantil: los medios de comunicación de masas

Es de dominio público que el ser víctima o testigo de la violencia hace más probable un futuro en el que exista la violencia. Los medios de comunicación (periódicos, revistas, televisión, internet y también las películas y los videojuegos) nos convierten en testigos de numerosos actos violentos de los que no conoceríamos si no fuera por estos medios. ¿Pero hasta que punto estos hechos violentos (en ocasiones irreales o simulados) pueden tener influencia en nuestros hijos?


Para la mente aún no formada y carente de referencias y de experiencia de los niños (y también para algunos adultos, que lo son por su edad cronológica pero no por la mental) no hay gran diferencia entre un hecho real y uno simulado. Estudios de comportamiento muestran que para el cerebro no existe ninguna diferencia entre la realización de un hecho y su visualización: las zonas del cerebro que se estimulan son exactamente las mismas. Por eso, para el cerebro, no hay ninguna diferencia entre ser testigo de un hecho real, ver ese mismo hecho en un programa de televisión o jugar a que lo haces en un videojuego. Por ejemplo, alguien que ve en un película o en la television una pelea de boxeo o de karate no puede quedarse impasible. Inmediatamente siente la necesidad de realizar movimiento rápidos y agresivos.

La visualización contínua de violencia en los medios de comunicación de masas tiene tres consecuencias que son tan peligrosas como la violencia porque son deformaciones grotescas de la realidad de la violencia:


- La banalización de la violencia.
- La idealización de la violencia y la sensación de inmunidad.
- El síndrome del "mundo malvado".


1. La banalización de la violencia.


Si un niño ve violencia en los medios, es posible que piense que la violencia es algo normal, incluso aunque viva en un entorno en el que la violencia no existe.


2. La idealización de la violencia y la sensación de inmunidad.


Los medios de comunicación de masas idealizan con frecuencia la violencia. Los actos violentos son mostrados con frecuencia como muestras de valor. En el caso de los videojuegos es aún peor: la mayoría tienen un contenido muy violento y normalmente la destrucción violenta del contrario es condición "sine qua non" para pasar al siguiente nivel.


Además es normal ver en los medios actos violentos que no tienen ninguna consecuencia para el agresor. La observación de comportamientos violentos que no son castigados, pueden llevar a los niños a imitar estos comportamientos violentos.

3. El mundo malvado.

La visualización contínua de violencia en los medios de comunicación de masas llevar a que se produzca el "síndrome del mundo malvado". El "sindrome del mundo malvado" es una situación en que el niño sobreestima el peligro real al que se pueden enfrentar en su mundo, tiene un sentimiento de temor que su entorno normal no justifica y, por lo tanto, tiene una tendencia a la agresividad incluso aunque viva en un entorno pacífico en el que la violencia no es un hecho habitual, mucho más si vive ya en un mundo violento. Este síndrome, ocasionado por la visualización de demasiada violencia en los medios de comunicación de masas, no es exclusivo de los niños: los adultos también sienten un miedo excesivo y lo transmiten a los niños en lugar de darles consejo para tomar medidas prácticas para evitar la violencia.


Si hay que ver violencia, por lo menos que sea para echar unas risas:


Terminator Jesus


martes, 17 de noviembre de 2009

116. Entender y prevenir la violencia infantil: No.

Hace unos meses mi hija C.M. me preguntó muy seria:

- Papá, ¿por qué dices tantas veces "no"?.

Tengo que reconocer que la pregunta me pilló con el pie cambiado y no supe que contestar. Me libré por la campana porque en ese momento llegamos a su colegio.

- Te responderé esta tarde, cuando te venga a buscar.

Anduve de cabeza todo el día pensando. Debía determinar si decir demasiadas veces "no" era incorrecto y, por lo tanto, decir "no" es un defecto mío que debo corregir en la medida de mis humanas posibilidades, o bien, que era correcto decir "no", pues es una manera de enseñarle cuáles son los límites.

Cuando fuí a buscarla estaba sacando sus cromos de una carpeta que le había regalado para guardarlos. Una vez que hubo sacado todos los cromos, le entregó la carpeta a un compañerito.

- ¿Por qué le das la carpeta a S.?, le pregunté.
- Se la he regalado.
- ¿Estás segura de que se la quieres regalar? Mira que te quedarás sin carpeta.
- Sí, estoy segura.

Una vez en el coche, le expliqué que creía que decir "no" era mi obligación para que supiera donde estaban los límites que no debía traspasar. Pareció entenderlo aunque no le gustó la idea.

- Papá, ¿me compras otra carpeta para los cromos?
- No cariño, te he advertido antes que si le dabas tu carpeta a S. te quedarías sin carpeta.
- Sí, ya lo sabía, pero...
Y empezó a llorar.

Cuando se tranquilizó, le pregunté:

- ¿Por qué le regalaste la carpeta a S. a pesar de que te dije que te quedarías sin carpeta?
- Es que me dijo que si no le regalaba la carpeta no me invitaría a su cumpleaños.

"Joder" -pensé para mis adentros- "esto va a ser una lección difícil".

- "Pero si S. nunca te invita a su cumpleaños" (Normalmente, los compañeros de C.M. invitan a su cumpleaños sólo a niños de su propio género).
- "Ya lo sé, pero es que me lo pidió muchas veces"
(Reconozco que me entró el pánico, imaginando que dentro de unos años, alguien insistirá mucho en que C.M. fume, o use drogas, o cometa un delito, o tenga sexo prematuramente).
- "Pues entonces, tienes que decir no".
- "¿Y cuántas veces tengo que decir no?"
- "Tantas como sea necesario".
- "Pero, eso... es muy difícil".

Sí, decir "no" es muy difícil. Pero no es mucho más difícil que saltar a la comba, o jugar a hockey, o nadar, o montar en bici, o leer, o escribir. Es una cuestión de entrenar lo suficiente.

Y entonces me dí cuenta de que mi obligación como padre no es sólo decir "no" a mis hijas, sino también enseñarles a decir "no". Y para eso tienen que entrenarse mucho. Y el primer lugar donde se deben sentir seguras para entrenarse a decir "no" es en casa. Y la primera persona con la que se deben sentir seguras a la hora de decir "no" es conmigo.

Escuchar que tu hija de seis años te dice "no" (y envainartela) es difícil. Es más, es un arte. Pero es absolutamente necesario para garantizar que el día de mañana puedan defender su parcela de libertad.

115. Entender y prevenir la violencia infantil. Drogas.


Dado que hay mucha gente que encuentra simpático el consumo de drogas e incluso que aboga por su legalización he de suponer que la conexión entre drogas y violencia (o delincuencia ya que en nuestra sociedad la violencia se considera un delito salvo cuando la ejerce la autoridad dentro de los límites que establece la ley) no está para todo el mundo tan clara como lo está para mí.

Esta conexión se establece mediante tres modelos:

1. El modelo psicofarmacológico. La droga produce una modificación en la conducta que hace que determinadas personas, a raíz del consumo de drogas, se vuelvan irritables e irracionales y cometan delitos especialmente violentos: agresión, violación, homicicio, etc. Un estudio realizado en doce áreas urbanas de los Estados Unidos muestra que el 70% de los presos cometieron su delito bajo la influencia de las drogas. Especialmente significativa es la relación entre el consumo de crack y la violencia contra los niños: en el 80% de los casos de maltrato infantil con resultado de muerte, el agresor (normalmente el padre o la madre) estaba bajo la influencia del crack.

2. El modelo económico. Los consumidores de droga necesitan mucho dinero porque la droga (por ser un producto ilegal) es costosa. El delito se realiza con el propósito de conseguir dinero. En este punto, las drogas más relevantes son la cocaína y la heroína, no sólo por su alto coste sino también porque son tremendamente adictivas por lo que han de comprarse con frecuencia.

3. El modelo sistémico. Este modelo explica la violencia intrínseca al tráfico ilegal de substancias. Esta criminalidad es especialmente violenta y sus fines son: establecer, expandir o proteger los territorios de venta; imponer la jerarquía dentro de las bandas; el robo a distribuidores y la venganza posterior, la eliminación de "chivatos" y el cobro de deudas de droga.

Quienes abogan por la legalización de las drogas se enfocan en los modelos económico y sistémico: si la droga es legal, será barata y nadie tendrá que robar para conseguirla y, por otro lado, las guerras de la droga no tendrán más importancia que las guerras de precios entre los supermercados. Este enfoque tiene varios puntos débiles:
1. Siempre quedará un reducto de ilegalidad muy importante ya que existe un mercado en el que la legalización es moralmente imposible: la venta de droga a menores de edad. Como se suele decir: los niños son el futuro...también de los vendedores de droga.
2. Damos por supuesto que los señores de la droga pasarán, de la noche a la mañana de capos de la mafia a honrados hombres de negocios.
3. Damos por supuesto que no existen otros intereses que generan resistencia a la legalización de la droga distintos a los de los cárteles.
4. El consumo de drogas, por sí mismo, degenera al individuo y a su entorno, con independencia de si va asociado o no con la violencia y la delincuencia.
5. El acceso libre, fácil y barato a la droga aumentaría de forma muy significativa los actos violentos relativos al modelo psicofarmacológico, haciendo difícil la convivencia.


¿Y cómo participan los niños de esta relación entre la violencia y la droga? Pues están presentes en todos los modelos;

1. El consumo de drogas genera situaciones violentas que puede convertir a los niños tanto en víctimas como en verdugos.
2. Un niño enganchado a la droga comenzará por quitar dinero a los padres para luego convertirse en delincuente cuando sus necesidades monetarias aumenten.
3. Las bandas y las mafias no esperan a que los niños cumplan la mayoría de edad para reclutarles. Las bandas y las mafias son organizaciones delictivas cuyo lenguaje es la violencia. Una vez dentro aprenderá a hablar ese nuevo lenguaje rápidamente y ya se sabe que el lenguaje que se aprende de chico, nunca se olvida.

En nuestra sociedad occidental, si no hubieran drogas, no habría prácticamente razones para la violencia y la delincuencia. Una sociedad sin drogas se empieza a construir en casa, diciendo "No".

Próxima entrada: "No".

jueves, 12 de noviembre de 2009

114. El día del armisticio.

El lunes de esta semana, fuí a llevar a mis hijas a la guardería como de costumbre y en la puerta me encontré un cartel que anunciaba que el miércoles dia 11 (ayer) la guardería permanecería cerrada. Pregunté a la propietaria, licenciada en psicología (pequeño detalle sin importancia que me apetece señalar aquí) cual era la razón del cierre y me dijo (con cara de "no me diga que no lo sabe") que era "el día del armisticio".

Y yo, que soy un poco cabroncete, pregunté:

- "¿Ah, si? ¿De qué guerra?

No me supo responder ni ella ni ninguna de las seis trabajadoras de la guardería.

Se ve que en Flandes, como en otras comunidades históricas de este mundo, se da más importancia a la lengua que a la Historia.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

113. La importancia de preguntar, apuntar la información relevante y tomar las decisiones adecuadas. La historia de la morena y mi Renault 6.

Pasé aquel año en blanco, o por mejor decir, en negro. Era el  curso 1993-1994. Después de las fiestas de 1992, la economía pintaba chunga. La tasa de paro había llegado al 23%. Los sectores bancario y de seguros sufrieron una ola de fusiones. Mala época para terminar la carrera, sobre todo para los que no lo hicimos brillantemente, no le vamos a echar toda la culpa a la mala suerte.

Me faltaba una asignatura para terminar los estudios: Matemática Actuarial II. Todo el año para una asignatura. Llegué tarde a la primera clase, aunque el profesor me permitió entrar, después de aceptar mis disculpas. Con las prisas, me senté atrás del todo, en el  primer sitio que vi libre, casualmente al lado de la chica más guapa de la clase. Tenía una de esas caras que parecen esculpidas, el cabello largo, moreno, rizado, aunque se había teñido una mechas de color rojo oscuro.  El cuerpo era para marearse y caerse de culo. Sin embargo, estaba sola. Esto pasa más de lo que la gente se imagina. Supongo que nadie se atrevía a acercarse a ella. Yo lo hice, por casualidad. No me interesaba ligar con ella (acababa de salir de una relación y no tenía ganas de líos) y supongo que notó eso y acostumbrada a sacudirse los moscones, no se sintió "atacada" y bajó las defensas. Intercambiamos apuntes, nos contamos los proyectos (la habían seleccionado para trabajar en una auditoría como becaria nada más terminar los estudios así que ponía en ello todo su interés). No sé como saldrían los suyos; los míos salieron, digamos, distinto de lo que había pensado.

Era una chica amable aunque seria, de hecho, nunca la oí reir. Un día, la clase siguiente a Matemática Actuarial II se canceló (el profesor se puso enfermo). Me ofrecí para llevarla a su casa, y para mí sorpresa, aceptó. Cuando vió el Renault 6L de veinticinco años que había heredado de mi abuelo, puso cara de circunstancias (de circunstancias desfavorables, se entiende). Parecía decepcionada, por decirlo suavemente, aunque, discreta ella, no hizo comentario alguno. En realidad casi no hizo comentario alguno hasta su domicilio en una ciudad-dormitorio al sur de Madrid. Estaba un poco tensa. Bueno, estaba más tensa que un arco de competición. No ayudó a relajar su tensión que el cinturón de seguridad del lado del acompañante no salía de su colgador y tuve que ayudarle a sacarlo, para lo cual tuve casi que subirme encima de ella


Cuando llegamos cerca de su casa me dijo:

- ¿Puedes dejarme aquí? (en un gran avenida): vivo allí enfrente.
- Puedo llevarte hasta tu casa. Doy la vuelta allí delante y...
- No, -me interrumpió- no te molestes..
- ¿Nos vemos el miércoles?.
- Hasta el miércoles.

Nunca supe si no quiso que la llevara hasta su casa porque no quería causar más molestias, o porque no quería que supiera donde vivía, o porque no quería que la vieran llegar en un coche tan viejo (aunque en impecable estado, que mi abuelo en veinticinco años no le había hecho más que 34.000 kilómetros), porque nunca se lo pregunté. ¡La cantidad de información relevante que he perdido a lo largo de mi vida por no preguntar...!
 
Aprobé ese último examen, en sexta convocatoria, junto con otras seis personas. Ahora me doy cuenta que no miré si ella también lo había aprobado. ¿Qué más daba? Al fin y al cabo había perdido su número de teléfono. No volví a saber de ella. Ya ni siquiera recuerdo su nombre y si me cruzara con ella  por la calle, probablemente, no la reconocería. No fue la primera persona cuya compañía aprecié y cuyo rastro perdí. ¡La cantidad de información relevante que he perdido a lo largo de mi vida por no almacenarla adecuadamente!.

No sería el último error de aquel verano: aprovechando el Plan Renove, cambié el Renault 6L por un Nissan Micra. Con lo guay que era aquel "seis latas".

Se parecía a éste, aunque tenía "la color" café con mucha leche (beige claro, para los que sepan francés)



Sniff, Sniff.¡Que recuerdos!

lunes, 9 de noviembre de 2009

112. La Navidad de la copla del sombrero.





Mi mujer se ríe mucho conmigo. Yo creo que la única razón por la que seguimos juntos desde 1992 es porque ella se ríe mucho conmigo y yo con ella. Y es que la vida es mejor cuando vives con alguien que no se toma todo demasiado en serio. Precisamente de eso va esta historia: de como el humor puede levantarte cuando estás bien, pero bien jodido.


Era la Navidad de 2001. Las cosas no iban bien en el negocio familiar. Mi hermana tenía una depresión. Todos estábamos muy tristes. El 24 de diciembre, teníamos en casa ganas de cualquier cosa menos de celebrar la Navidad. La mesa estaba llena de opíparas viandas y nadie parecía tener hambre.


Mi cuñado sacó una botella de vino y la escanció diciendo: "A los males sin remedio, litro y medio". 


El vino nos calentó el cuerpo y el alma y entonces mi cuñado dijo: "Le voy a dedicar un villancico a mi suegra". Mi madre lo miró con desdén. No tenía ganas de villancicos.


Con la musica del villancico "Ande, ande, ande, la Marimorena", mi cuñado entonó lo siguiente:


"Mi suegra ya no me quiere,
porque no tengo sombrero,
po ya tengo, po ya tengo
po ya tengo uno nuevo".


Se hizo un silencio espeso...y estallamos en una carcajada los reunidos que nos duró un buen rato, hasta que el dolor de las mandíbulas o del vientre nos obligó a parar. Nos caían lagrimones a ambos lados de la cara. Seguímos cantando villancicos (a veces improvisando las letras) y cuando alguno se atascaba, rematábamos con el "po ya tengo, po ya tengo...".


Las cosas habrían de ponerse peor antes de mejorar y aún tuvimos que pasar muy malos ratos. Pero nunca olvidaremos aquella Navidad de la copla del sombrero.  

111. Expulsada por provocar.










Esta entrada contiene lenguaje adulto.


El primer año en que, no sé si por carnaval o feria, trajeron a mi pueblo un grupo de samba, con las chicas en minúsculo tanga, bailando al ritmo de los tambores en la plaza hubo mucha turbación. Una de las chicas se acercó al público y le puso los pechos a escasos centímetros de la nariz de uno de los lugareños. 


- "Aprovecha, haz algo", le gritaron.


Y ni corto ni perezoso, la mordió en un pecho. Y es que aquel hombre no le había ocurrido algo así en su vida (y probablemente no le volvió a ocurrir) y perdió la cabeza.



Se oyeron muchos comentarios criticando al concejal de fiestas que había traído putas a pasear por las calles. A mucha gente le costó comprender que el hecho de que vistieran con poca ropa no significaba necesariamente que eran putas.


- No, no eran putas sino bailarinas brasileñas.


- "Aaaah, brasileñas.  ¿Del extranjero?".



Un amigo me propone hoy la siguiente adivinanza: En una universidad una chica entra con un vestido corto de esos que pasan rozando el larguero, ya sabes, enseñando cacha. La cortedad de su vestido y, según declaraciones de los presentes, su actitud provocativa orientada a causar turbación, provoca la reacción airada de sus compañeras, celosas de que la presencia de la compañera minifaldera cause más turbación de la normal en sus compañeros varones. Y entonces se inicia un tumulto. La chica del vestido corto, recibe insultos, empujones y amenazas de un tropel de cientos de estudiantes universitarios (no conviene olvidarlo: que no se trata de gárrulos, gañanes, peones de la construcción u otros trabajadores manuales sino de la élite intelectual del país) y tiene que refugiarse en un despacho hasta que viene la policía para escoltarla hasta su domicilio entre gritos a coro de "puta, puta, puta" proferidos por alumnos de esa quintaesencia de las cosas que son por sí sin dejar de serlo que es la Universidad. 


Y la adivinanza es: ¿En qué país se ha producido esta escena?



- ¿Me das una pista?
- Empieza por B.
- ¿Butan?
- No.
- Bangladesh.
- Frío, frío.
- Si no es Burkina Faso, me rindo.
- Brasil.
- ¿Brasil? ¿El Brasil de la chica de Ipanema, y del carnaval de Río y de las bailarinas de samba en tanga y de las torcedoras en bikini? ¿El Brasil de Lula y de las Olimpiadas de 2016?


No, si al final las viejecitas de mi pueblo tenían razón: eran putas. Si hasta lo dicen los universitarios (la élite intelectual) de Brasil: si tu vestido es tan pequeño que despierta y atormenta la imaginación, será porque eres puta, pero puta, puta.


Y todo, claro está, a criterio del observador.


Joder que mundo.

sábado, 7 de noviembre de 2009

110. Familias felices: propuesta de decálogo.

El apostol Pablo en su primera epístola a Timoteo (1 Timoteo 5:8) dice que quien no cuida de su familia es peor que quien no cree en Dios.

Factores que contribuyen a crear una familia feliz:

1. Establecer las prioridades adecuadas.

Hay mucha gente que intenta aprender un par de trucos para borrar rápidamente a su familia de su lista de actividades para poder dedicarse por completo a su trabajo o a sus aficiones. Y es que es más fácil decir que nuestra familia es la primera prioridad que hacer que realmente lo sea. Por eso sería bueno hacerse unas pregunta de vez en cuando para saber donde están nuestras prioridades: Si tu pareja o tus hijos necesitan hablar contigo, ¿les das lo más rápidamente posible tu atención?. Si hablas con otros sobre tus actividades, ¿hablas con frecuencia de lo que haces con tu familia o más bien de lo que te gustaría hacer si no tuvieras que atender a tu familia?. ¿Estas dispuesto a no a asumir más responsabilidades profesionales o de otro tipo si tu familia necesita que les dediques tu tiempo?

2. Ser fiel.

Las parejas felices ven su relación como una unión permanente. Si hay un problema buscan una solución y no lo utilizan como excusa para dejar a su pareja en la estacada. Si los miembros de una pareja son fieles el uno al otro, se produce una relación de confianza que es el suelo fértil que permite el crecimiento personal y familiar que lleva a ser felices.

¿Te pasa mucho que durante una disputa con tu pareja piensas que te has casado con la persona equivocada? ¿Tienes con frecuencia fantasías sobre otra persona? ¿Dices a tu pareja con frecuencia que te vas a ir a buscar a alguien que te valore de verdad? Quizá son estos síntomas de que no eres tan fiel como piensas.

3. Trabajar en equipo.

Si un hombre y una mujer no son un equipo, una insignificancia puede convertirse rápidamente en un gran problema, que hará que luchen entre si y no contra el problema. Pero si una pareja son un equipo, como un piloto y un copiloto en un avión con el mismo plan de vuelo, cuando no están de acuerdo en algo buscan soluciones prácticas a sus diferencias, en lugar de perder el tiempo y la energía en echándose la culpa el uno al otro.

4. Respeto y amor (por este orden)

Estoy absolutamente convencido que el respeto es tan importante (quizá más incluso) que el amor o la pasión para el mantenimiento a largo plazo de una pareja. En ocasiones cuando veo que una pareja se trata con desprecio y cinismo (se tiran puyas disimuladas o directamente se insultan) pienso que esa pareja no durará mucho. Normalmente no me equivoco. Una pareja que se respeta puede aguantarlo todo: las dificultades económicas, la enfermedad, la pérdida de un hijo...Lo que no puede aguantar una pareja es el desprecio. Lo mismo en la relación con los hijos. Hay que esforzarse contínuamente en buscar formas de prevenir gritar, menospreciar, insultar o pegar a los niños. Y acostumbrarse a pedirles perdón si alguna vez se hace.

5. Ser razonable.

Los miembros de las familias felices establecen reglas razonables y consensuadas, permitiendo incluso que los niños participen en el establecimiento de estas normas cuando tienen suficiente raciocinio. Los padres dan libertades a los niños y a los adolescentes que han demostrado ser responsables, sin intentar controlar cada detalle de su vida (especialmente en el caso de los adolescentes esto es como hacer una danza salvaje para atraer la lluvia: no es fácil que llueva, pero es seguro que te vas a cansar mucho).

6. Perdonar y alabar.

Esto de perdonar es de lo más difícil que hay. Perdonar no es aceptar un "lo siento". Perdonar es borrar la deuda que el otro tiene contigo, lo que impide que puedas intentar cobrarla después. De esa manera una expresión del tipo "tú siempre llegas tarde" o "tú nunca me escuchas" no tiene cabida en una familia feliz. Porque esas frases demuestran que llevas cuentas, que no olvidas, que no perdonas, que miras al pasado y no al futuro.

En cualquier caso, es más fácil perdonar cuando miras SIEMPRE las cualidades positivas del otro, en lugar de las negativas. Y cuando estás agradecido de esas cualidades positivas del otro y le haces saber, con frecuencia, lo mucho que valoras y aprecias esas cualidades positivas. Es bueno que piropees a tu pareja con frecuencia, por su físico y por sus cualidadades. Masaru Emoto ha realizado un interesante experimento. Este consistió en congelar el agua después de haber pronunciado una frase cerca de ella. He aquí un ejemplo:



Si estas palabras pueden hacer esto con el agua, imagínate lo que pueden hacer por tu pareja que, al fin y al cabo, está hecha de agua en un 70%. Habla con cariño a tu pareja y a tus hijos. Bendice sus agüitas, por su bien y por el tuyo.


7. Tener sentido del humor. Reir.

Las parejas que se ríen y no se toman las cosas más en serio de lo que es necesario son más felices. El sentido del humor ayuda a encontrar ánimo para cambiar las cosas que se pueden cambiar y a aceptar las que no se pueden cambiar. Reir, además, es muy sano y es una demostración de inteligencia. Dicen los científicos que la principal diferencia entre los animales y los humanos es que tenemos sentido del humor...algunos.

8. Cuidar del propio cuerpo.

El cuerpo es el templo donde habita la mente. El abuso del alcohol, las drogas o cualquier otra adicción y la alimentación inadecuada van en detrimento de la salud. Una familia en que se permite el abuso del cuerpo tiene muchas papeletas para ser infeliz.

9. Gastar menos de lo que se gana e invertir la diferencia.

El refranero castellano está lleno de refranes que hablan de la importancia de la estabilidad económica para la felicidad de una familia, pero me acuerdo de uno en particular: "En la casa en que no hay harina, todo se vuelve tremolina".

Entre lo que afirma Wallace D. Wattles ("A pesar de lo que se pueda decir para alabar la pobreza, el hecho que permanece es que no es posible vivir una vida realmente completa o exitosa a menos que seas rico") y el "contigo pan y cebolla", me quedo con que, en cualquier caso, es más fácil ser feliz si en tu casa no falta el dinero.

10. Tener fe y practicarla.

Por tener fe no quiero decir necesariamente creer en Dios. No todos los hombres y mujeres creen en la existencia de Dios. Pero es importante tener algo en lo que creer que permita establecer una escala de valores por los que guiarse. Esos valores permearán a la familia y harán que se mantenga unida y feliz.

Por último, añadir que la felicidad no es algo que se encuentra sino algo que se hace, que se construye cada día.

Fuentes:
"Messages from water", Masaru Emoto.
"The Secret", Ronda Byrne.
"Ontwaakt" Octubre 2009 Publicación de los Testigos de Jehova.
"The Science of getting rich". Wallace D. Wattles
"La Biblia".

miércoles, 4 de noviembre de 2009

109. Los consejos del dentista de mi suegro.


Creo que era Enrique Jardiel Poncela quien decía que lo bueno de ser dentista es que digas lo que digas siempre dejas al cliente con la boca abierta.

Mi dentista me revisó los dientes hace seis meses y me dio la enhorabuena. Hacía mucho tiempo que no encontraba un dientehabiente en el que no fuese posible encontrar restos de sarro. Esto lo debo a mi suegro, que en gloria esté, que nos envió a toda la familia las recomendaciones de su paradontólogo, el doctor Manschot. Decía mi suegro que en ninguna profesión había encontrado a nadie que fuese más fanático de su trabajo y que cada vez que se lavaba los dientes se acordaba de él.

Dice el doctor Manschot que "un diente es un trozo de marfil y como tal puede picarse, pero esto no tiene mayor importancia. Un empaste y todo solucionado" (y entre 40 y 60 Euros al bolso, ¿verdad doctor?). "Claro está que por razones estéticas no está de más limpiar los dientes para que se vean blancos y bonitos pero eso no es importante. El peligro está en que haya sarro en la proximidad de las encías. El sarro en las encías puede provocar la proliferación de bacterias que producirán una inflamación que acabará por dañar la encía haciendo necesaria la extracción del diente. Y eso ya no se arregla con cuarenta euros.

Próxima entrada: "El método de contacto del doctor Manschot".

martes, 3 de noviembre de 2009

108. VL.


Bélgica es un país federal formado por tres regiones autónomas: Vlaanderen (Flandes),Wallonie (Valonia) y Hoofdstedelijk Brussel Regio/Région Capitale Bruxelles (Región de Bruselas Capital). La lengua oficial de la primera es el neerlandés, la de la segunda, el francés. La tercera, Bruselas, es oficialmente bilingüe aunque, en la práctica, es casi totalmente francófona. La historia de cómo ha ocurrido que la capital de Flandes es una ciudad francófona es difícil de explicar en pocas palabras y tiene múltiples versiones según si te lo cuentan en francés o en neerlandés así que no me extenderé en ello.

Yo vivo en lo que se conoce como el Vlaamse Rand (el cinturón flamenco). Es un conjunto de diecinueve municipios que rodean a la Región Capital Bruselas. Esta región, todavía con bastantes espacios no edificables (bosques, terrenos reservados a la agricultura), verde y flamenca, debido a la presión demográfica que ejerce Bruselas, sufre (en palabras de los políticos flamencos) dos amenazas: la urbanización y la francofonización. Los alcaldes de estos municipios, con la excepción de las cuatro "communes a facilités" (en las que la mayoría francófona, entre un 50% y un 80%, impuso unas medidas provisionales para que los francófonos tuvieran tiempo de aprender el neerlandés antes de que se estableciera como único idioma oficial del municipio. Dichas medidas provisionales resultaron ser tan provisionales como el pabellón provisional de la Facultad de Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense, que estuvo en uso más de veinticinco años, por lo que la asimilación neerlandófona jamás ocurrió y las facilidades provisionales se hicieron definitivas), defienden con todos los medios democráticos a su alcance el monolingüismo neerlandófono de su gemeente (municipio), entre otras cosas prohibiendo a los empleados públicos hablar con los administrados en otro idioma que no sea neerlandés, organizando cursos de neerlandés para los allofoon (los que hablan otro idioma) e imponiendo sanciones a los establecimientos cuyos propietarios o empleados no conocen el idioma oficial del municipio.

Pero para ciertos grupos nacionalistas flamencos estos esfuerzos no son suficientes y organizan comités de acción linguística. Entre sus acciones más llamativas están colocar pegatinas o hacer pintadas con las letras VL (Vlaanderen) en el cierre o en el escaparate de los establecimientos que no disponen de personal neerlandófono.

Para mí, los comienzos fueron muy difíciles. Por ejemplo, me costó más de un cabreo el tener que inscribir a mi familia en el ayuntamiento, sin saber una palabra de holandés. Entonces no sabía yo de la norma lingüística y me costaba imaginar que, en un país donde hasta la cajera del super habla tres y a veces cuatro idiomas, precisamente en el ayuntamiento de mi pueblo todos los funcionarios fuesen discapacitados linguísticos. Con gran esfuerzo y los cursos que el ayuntamiento nos organiza a los allochtonen (los que no son los nuestros, que diría Arzalluz) y los allofonen (los que no hablan como nosotros y esto incluye a los belgas francófonos), ahora me hago entender en un neerlandés bastante decente. Por eso me enojó tanto la siguiente historia:

Mis vehículos tienen dos conjuntos de neumáticos: uno para verano y otro para invierno. Tocaba cambiarlos y me dirigí a Hoeilaart a "De Rudder", a quien recomiendo encarecidamente por su profesionalidad y buen servicio, a un precio razonable (no sé por qué lo hago, si no me lee nadie de Brabant, pero bueno, ahí queda). Una vez que cambiaron los neumáticos me entregaron las llaves, pagué y me fui a recoger mi vehículo. Me senté en el asiento del conductor y entonces caí en la cuenta de que al entrar, por el rabillo de ojo había visto algo raro en la rueda delantera izquierda. Me apeé del vehículo y entonces lo ví: el mecánico había escrito con pintura blanca en mi neumático las letras "VL".

Aquello era intolerable. Un capullo independentista flamenco acababa de "marcar" mi coche. Me fui para adentro dispuesto a hacérmelo en los muertos del mecánico (difícil porque, como tanto mi mujer como mi profesora de neerlandés son señoras bien de provincias, no me han enseñado a decir eso). De Rudder estába ocupado con otro cliente, lo que me dio unos minutos preciosos para tranquilizarme y mirar de nuevo a mi coche, esta vez por el otro lado. En las ruedas del lado derecho había también una inscripción hecha con pintura blanca: en la rueda delantera: "VR"; en la rueda trasera "AR".

- "¿En que puedo ayudarle, Sr. Negro?", me preguntó, correcto y amable como siempre, De Rudder.
- "No, que si tienen un spray para limpiar el salpicadero".

(Para quien no lo haya pillado todavía, "VL" = Voor Links, delante izquierda; "VR" = Voor Rechts, delante derecha; AR = Achter Rechts, Atrás Derecha).

Y es que Dios bendice a sus hijos con dos ojos y dos oídos y una sóla boca. Para que podamos mirar y escuchar todo dos veces antes de hablar. Desafortunadamente desaprovechamos con frecuencia esta muestra de la infinita sabiduría de Dios.

107. Enanos okupas.

En mi jardín crece ahora una gran variedad de setas. Mi mujer dice que la abundancia de setas es señal de que el suelo en el que crecen no está contaminado. C.M. dice que no son setas que son casitas de los enanos Plop.

Siempre que veo setas me acuerdo de una verdulera que gritaba su mercancía diciendo: "¡Que fresca tengo la seta hoy, señores!". Y los ancianos, esos que van al mercado para pasar el rato los días que no van al médico  ni hay una obra que vigilar en la vecindad, reían por lo bajini y se decían: "¿Cuándo llegará mayo para que maduren los melones?.

Mañana me desharé de algunos enanos okupas.






lunes, 2 de noviembre de 2009

106. Sebastián, el sombrero, la capa y el bastón...


Aunque se sale del tono general de este diario, prometí contarlo y lo prometido es deuda. Esta historia la contaba con mucha gracia el "Berraco" y después el "Chamarín" en todas y cada una de las ocasiones en que se juntaban más de cinco con alguno de ellos por medio.

Advertencia:

Esta entrada tiene contenido adulto. Si no tiene la mayoría de edad conforme a las leyes del lugar desde donde me lee no siga adelante.

Francisco López (el nombre es supuesto) es un empresario manchego de la construcción. Gracias a la recalificación de unos terrenos rústicos, ha podido construir una gran urbanización en medio del campo, con varios campos de golf, lo que le ha hecho ganar un pastón que no es ni normal. Su empeño ahora es aprovechar su recien estrenada fortuna para cumplir su sueño: "presentarse en sociedad". Para ello se vale de un amigo que conoce a la marquesa-viuda de Puente Alto (el título nobiliario es supuesto) para conseguir que la marquesa lo invite a una fiesta en su casa a las afueras de Madrid. Como Francisco López es un águila para los negocios pero más bruto que un arado, su amigo Luciano García (el nombre....ya saben) le recomienda guardar silencio para que no se note.

En la fiesta en casa de la marquesa-viuda de Puente Alto, la baronesa de Dos Piedras propone la idea de jugar a las adivinanzas (proposición que es recibida con alborozo) y aporta la primera:

- "Larga y afilada cual estilete, por la punta saca y mete y detrás tiene el ojete".

Y Francisco López emocionado por saber la respuesta, se pone en pie y grita "LA POLLA".

- "Sebastián", dice azorada la señora marquesa, llamando a su mayordomo, "el sombrero, la capa y el bastón del señor López que se marcha".
- "Mire, señora marquesa" le dice Luciano, "que mi amigo acaba de venir de La Mancha y es un poco bruto pero ya no va a volver a abrir la boca". La marquesa se deja convencer.

- "Pero ¿cómo se te ocurre, Paco?.
- "Es que lo he visto mu claro".
- "Bueno, pero no vuelvas a decir nada, ¿eh?

Y entonces, la baronesa que propuso la adivinanza dice: "Bueno, la respuesta a la adivinanza es: la aguja.

El barón de Coll de Mic Viu se anima y propone otra adivinanza: "Grande y blanca la tengo, más grande la quisiera, que entre las piernas no me cupiera".

Y Francisco López: "LA POLLA"

- "Sebastián, el sombrero, la capa y el bastón del señor López, que se marcha".

Y de nuevo medió Luciano para que la marquesa cambiara de opinión.

- "Paco coño" le dice García a López, en voz baja y apretando los dientes, "no te he dicho que te callaras".
- "Es que lo he visto mu claro".

- "Bueno", dice el barón, "la adivinanza anterior se refería a mi yegua blanca.

Y entonces es la misma marquesa la que propone la siguiente adivinanza: "A todas las damas les gusta, con dolor abre el agujero, entra el cinguilizangalo y se quedan las bolas colgando".
Y entonces Francisco López se pone en pie, se coloca muy digno el traje y dice "Sebastián, el sombrero, la capa y el bastón, porque esto POR MIS COJONES QUE ES LA POLLA".

Dedicado a Kikás, el desmemoriado.

105. Terapeuta vs coach.

Dice Lynn Grodzky en su libro "Twelve months to your ideal private practice" que "la experiencia de trabajar con un coach es muy distinta de la de trabajar con un terapeuta. Dice también que una vez escuchó la descripción de la diferencia explicada de la siguiente manera:

"Imagina que estás aprendiendo a montar en bicicleta por primera vez. Un terapeuta se pondrá a tu lado, de pie, observará tus intentos de mantenerte en equilibrio, será comprensivo cuando te caigas, te hará preguntas complicadas e inquisitivas y quizá te indique como volver atrás y hacerlo mejor desde tu nueva visión. Un terapeuta querrá que desarrolles tu propia idea de cómo montar en bici para que seas consciente de que sigues poniendo los pies torcidos o girando mal el manillar y para que entiendas que tu historia, tu biografía es lo que te ha llevado a intentar conducir así.

Un coach, por el contrario, se sentará en el transportín detrás de tí y te preguntará: "¿A donde quieres ir hoy?.""

Supongo que hay que estudiar cinco años para ser terapeuta para entender lo gracioso que es este chiste.

domingo, 1 de noviembre de 2009

104. Mi suegra me va a enterrar.

No se fiaba de mí. Pero le invité hace unas semanas a presenciar una sesión de "trabajo silencioso" que hice con mi hija, que tenía un horrible dolor de tripas que le hacía retorcerse y gritar. Mi hija vomitó tres veces en el transcurso de la sesión y después se quedó dormidita. Cuando se despertó el dolor había desaparecido por completo.

Hoy me dejó masajearla.

Para mi sorpresa, nada de cuanto le hice le produjo dolor ni molestia alguna. Decidió que se podía confiar en mí, se relajó y se dejó hacer. El masaje fue para ella agradable y placentero. Esperaba yo que a sus sesenta y nueve años, cumplidos por cierto el mes pasado, estaría dura como una piedra, agarrotada e imposible de manejar. Nada de eso. Flexible como una bailarina de ballet. Estoy realmente impresionado.

Hace algunos años que mi suegra empezó a confiar en las "locuras de salud" de su hija y de su yerno. Mi esposa y yo hemos aprendido en los últimos diez años muchas cosas sobre como cuidar la salud. La diferencia entre mi suegra y yo es que cuando ella decide hacer algo, lo hace. Yo... ya veremos. Y por hacernos caso, está como una rosa. Por eso y por la buena costumbre de irse a dormir, CASI TODOS LOS DÍAS DE SU VIDA, antes de las diez de la noche.

Os lo digo, vivirá cien años. Vamos, que mi suegra me entierra.