lunes, 23 de noviembre de 2009

119. Entender y prevenir la violencia infantil: Características de los niños valientes y pacíficos.

Comienzo esta parte final de la serie "Entender y prevenir la violencia infantil con una aclaración. Mucha gente piensa que el antagonista del amor es el odio, pero no es cierto: el antagonista del amor es el miedo. He dicho en una entrada anterior que la posibilidad de terminar con la violencia no está en el agresor sino en la víctima. Los psicólogos han observado que los niños que se sienten queridos tienen pocas posibilidades de ser agresivos o de convertirse en víctimas. De mi estudio sobre la Programación Neurolinguística he aprendido que la mejor manera de tener éxito es imitar a quien lo tiene. En nuestro caso, estudiar e imitar a los niños que no son violentos pero tampoco víctimas de la violencia a pesar de vivir en un entorno donde la violencia es algo habitual.


¿Cuáles son las características de esos niños valientes y pacíficos? ¿Qué podemos aprender de ellos? ¿Qué características tienen esos niños?


La observación de niños que no usan violencia ni son víctimas de la violencia en entornos donde la violencia es un hecho normal muestra que estos niños tienen unas determinadas características. Los padres que quieren que sus niños sean asertivos, valientes y pacíficos han podido ver en esta serie una lista de factores que llevan a la violencia, es decir, una lista de lo que no se debe hacer. A continuación, a través de las características de estos niños valientes y pacíficos pueden ver que características ha de tener el entorno de un niño no violento.


1. Modelos positivos: el niño ve más comportamientos positivos que negativos. 


Los padres tienen que dar buen ejemplo. Si los padres usan violencia, amenazas, chantaje emocional, o lenguaje agresivo el uno contra el otro, contra los niños o contra otras personas, es difícil que los niños aprendan a solucionar sus problemas de forma pacífica. Pero además, los padres deben presentar a sus hijos otros ejemplos de personas que consiguen sus objetivos sin recurrir a la violencia. Es mejor si esos ejemplos son escogidos de entre su entorno más próximo. El alcalde del pueblo de mi padre (el único pueblo de la Mancha en el que no murió nadie en la guerra civil de 1936), quien avisó a quienes estaban en la lista negra, a pesar de que eran de "los otros"; mi bisabuela quien, a pesar de perder a su marido y a cinco de sus hijos a manos de "los otros", en su lecho de muerte exigió a las viudas y huérfanos de aquellos hombres que perdonaran (algún día contaré su historia). Pero si no existen esos modelos en el entorno más próximo se les puede hablar de Mahatma Gandhi, Martin Luther King, la Madre Teresa de Calcuta, Nelson Mandela, Oskar Schindler y otros que ahora no me vienen a la cabeza, que consiguieron una enorme transformación de la sociedad en la que vivían o salvar a muchas personas de la opresión y la violencia sin utilizar la violencia. La vida de los niños debe ser sembrada con historias de éxito de personas valientes y pacíficas.


2. El desarrollo del amor propio, la confianza y la independencia.


Un niño que se siente bien consigo mismo y al que, en la medida de sus posibilidades, se le dan los medios y se le entrena para cuidar cada día mejor de sí mismo, tiene menos posibilidades de sufrir violencia. Sobreproteger a un niño no le hace menos susceptible a la violencia sino todo lo contrario. Cuanto más independiente, dentro de su capacidad, mejor.


3. Relaciones constructivas, incluidas las relaciones con los profesores, compañeros y amigos.


Asegúrate de que tu hijo reciba el apoyo de sus amigos y de sus educadores y que estos ayuden a que el niño tenga una buena imagen de sí mismo. Aléjalo de quienes le inducen a pensar que no es bastante bueno.


4. Sentimiento de esperanza en el futuro.



Haz sentir a tu hijo que el futuro está lleno de oportunidades y no lleno de amenazas. Ayuda a tu hijo a visualizar que el futuro es mejor que el pasado y que no tiene que luchar por su pequeño espacio en un mundo limitado sino que disfrutar de las posibilidades ilimitadas del generoso catálogo que ofrece el Universo.


5. Buenas capacidades de comunicación social.


Un niño que puede comunicarse bien con otros, que no es demasiado tímido pero que tampoco siente la necesidad de atraer todo el tiempo la atención de todo el mundo, tiene menos posibilidades de utilizar o sufrir la violencia en su relación con otras personas o cuando se enfrenta a un problema.


6. Buenas compañías.


Es el refrán que siempre repetía mi madre: "donde hay lobos, hay lobadas". Si tienes a gala que tu hijo vaya a manifestaciones  antifascistas, o te llena de orgullo que pertenezca a los "Ultra Sur", ¿no crees que eso aumenta sus posibilidades de tener problemas con un grupo de radicales de ultraderecha o con los "Boixos Nois"?. Si tiene buenas compañías tiene menos posibilidades de meterse en problemas.


7. Una relación próxima, basada en la confianza, con un adulto no perteneciente a la familia.


Los niños, y más aún los adolescentes, tienen a veces problemas que no pueden o no se atreven a contar a sus padres. Por eso, un adulto que no pertenezca a la familia pero que tenga la confianza tanto de la familia como del niño, puede ser de gran ayuda en la prevención de situaciones que pueden llevar a la violencia.


8. Empatía y apoyo de la madre (o de la figura materna).


La madre es importante para el desarrollo del niño. Si el niño no recibe atención de la madre, hará cualquier cosa para conseguirla. Tal vez incluso sienta que no hay amor en su vida, lo que le hará presa fácil de la violencia.


9. Buscar refugio y construir un sentimiento de autoconfianza. 


Un niño debe tener la posibilidad de buscar refugio y construir un sentimiento de confianza mediante la realización de pequeños trabajos o aficiones o actividades que le gusta hacer. Porque un niño que no se siente bien consigo mismo, puede reaccionar usando violencia contra otros, ya que, humillándolos se siente importante, pero también puede reaccionar aumentando su introversión, lo que le puede llevar a ser víctima de la violencia.


10.Sentimiento de control y victoria.


Un niño que tiene el sentimiento de que controla su propia vida y de que puede encontrar su camino en cualesquiera circunstancias tiene menos propención a implicarse en actos violentos. Los padres pueden estimular este sentimiento de control dando ejemplo, pero si esto no fuera posible, deberían buscar un mentor, o un coach u otras ayudas para su hijo.

3 comentarios:

  1. Eh, eh, esto es trampa... lo que yo comenté no era esto... eran unas invocaciones satánicas que había aquí...

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  2. Jajajajajaja. ¿Invocaciones satánicas?

    Caramba, Gonzalo, que a cualquiera se le espantan un par de bueyes.

    Las invocaciones satánicas eran en el idioma de Calvino (y el de mi mujer) que es el idioma en que escribí el texto original para mi asignatura de Psicología.

    Y antes de traducirlo pulsé el botón equivocado.

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