lunes, 2 de noviembre de 2009

106. Sebastián, el sombrero, la capa y el bastón...


Aunque se sale del tono general de este diario, prometí contarlo y lo prometido es deuda. Esta historia la contaba con mucha gracia el "Berraco" y después el "Chamarín" en todas y cada una de las ocasiones en que se juntaban más de cinco con alguno de ellos por medio.

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Esta entrada tiene contenido adulto. Si no tiene la mayoría de edad conforme a las leyes del lugar desde donde me lee no siga adelante.

Francisco López (el nombre es supuesto) es un empresario manchego de la construcción. Gracias a la recalificación de unos terrenos rústicos, ha podido construir una gran urbanización en medio del campo, con varios campos de golf, lo que le ha hecho ganar un pastón que no es ni normal. Su empeño ahora es aprovechar su recien estrenada fortuna para cumplir su sueño: "presentarse en sociedad". Para ello se vale de un amigo que conoce a la marquesa-viuda de Puente Alto (el título nobiliario es supuesto) para conseguir que la marquesa lo invite a una fiesta en su casa a las afueras de Madrid. Como Francisco López es un águila para los negocios pero más bruto que un arado, su amigo Luciano García (el nombre....ya saben) le recomienda guardar silencio para que no se note.

En la fiesta en casa de la marquesa-viuda de Puente Alto, la baronesa de Dos Piedras propone la idea de jugar a las adivinanzas (proposición que es recibida con alborozo) y aporta la primera:

- "Larga y afilada cual estilete, por la punta saca y mete y detrás tiene el ojete".

Y Francisco López emocionado por saber la respuesta, se pone en pie y grita "LA POLLA".

- "Sebastián", dice azorada la señora marquesa, llamando a su mayordomo, "el sombrero, la capa y el bastón del señor López que se marcha".
- "Mire, señora marquesa" le dice Luciano, "que mi amigo acaba de venir de La Mancha y es un poco bruto pero ya no va a volver a abrir la boca". La marquesa se deja convencer.

- "Pero ¿cómo se te ocurre, Paco?.
- "Es que lo he visto mu claro".
- "Bueno, pero no vuelvas a decir nada, ¿eh?

Y entonces, la baronesa que propuso la adivinanza dice: "Bueno, la respuesta a la adivinanza es: la aguja.

El barón de Coll de Mic Viu se anima y propone otra adivinanza: "Grande y blanca la tengo, más grande la quisiera, que entre las piernas no me cupiera".

Y Francisco López: "LA POLLA"

- "Sebastián, el sombrero, la capa y el bastón del señor López, que se marcha".

Y de nuevo medió Luciano para que la marquesa cambiara de opinión.

- "Paco coño" le dice García a López, en voz baja y apretando los dientes, "no te he dicho que te callaras".
- "Es que lo he visto mu claro".

- "Bueno", dice el barón, "la adivinanza anterior se refería a mi yegua blanca.

Y entonces es la misma marquesa la que propone la siguiente adivinanza: "A todas las damas les gusta, con dolor abre el agujero, entra el cinguilizangalo y se quedan las bolas colgando".
Y entonces Francisco López se pone en pie, se coloca muy digno el traje y dice "Sebastián, el sombrero, la capa y el bastón, porque esto POR MIS COJONES QUE ES LA POLLA".

Dedicado a Kikás, el desmemoriado.

1 comentario:

  1. Ine-narrable
    ¿Y a ti quien te dijo que no me acordaba?
    No hay cojones para contar el movimiento armónico simple de A. L. Barajas

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