Solitario: Sin compañía de nadie o sin tratar con nadie. Se dice de la persona que busca la soledad.
Solo: Sin compañía, ayuda o intervención de alquien.
Aparentemente parecen lo mismo, pero de solitario a solo hay una pequeña diferencia: que el solitario busca la soledad, el solo se la encuentra.
Los solitarios, aunque estén solos no se sienten solos. Paul Tillich describió la diferencia entre los solitarios y los solos diciendo que los solos son aquellos que sufren el dolor de la soledad mientras que los solitarios son los que disfrutan la gloria de la soledad.
Para los solos, el dolor de la soledad es tan grande que experimentan depresión, sufren el dolor físico en mayor medida, se enferman con mayor frecuencia y padecen con mayor frecuencia enfermedades crónicas. Para los solos, el dolor de la soledad es tan grande que estan dispuestos a las mayores miserias (incluyendo la cobardía y la renuncia a las propias ideas) con tal de no sentir la soledad.
Los solitarios, sin embargo, buscan la soledad, "se apartan del mundanal ruido, y siguen la escondida senda que han seguido los pocos sabios que en el mundo han sido". Los solitarios son como el dedo pulgar que, por ser distinto, permite que los otros dedos tengan utilidad.
El dedo gordo hace a la mano útil. El solitario camina por el camino no hollado, evita la senda concurrida y lo políticamente correcto. Dice lo que piensa y después disfruta la gloria de la soledad, con la satisfacción de quien no se permite un solo pensamiento cobarde. El solitario hace útil a la sociedad en que no encaja.
¡Ay, quién fuera solitario para no sentirse tan solo!
Con mi agradecimiento a Paul Tillich y Peter Brown