Todo se automatiza, oyes, que cosas. Ya teníamos el portero automático, el cajero automático, el estanquero automático, el dispensador de condones automático, el dispensador de pan automático, ya hasta los agricultores y granjeros instalan junto a sus granjas y terrenos de cultivo dispensadores de patatas y de huevos y de verduras....
Y desde hace unos días tenemos el chuloautomático" (esta es denominación mía, claro está, que al inventor de la idea no se le ha ocurrido). Desde hace unos días, el ayuntamiento de Bonn (Alemania) ha instalado en las zonas calientes de puteo unas máquinas que, al cambio de seis euros por noche, expenden un tique que autoriza a las protitutas a ejercer la prostitución en la calle. En los próximos días, empleados del municipio pasarán a controlar que todas las prostitutas estén en posesión de un tique, con la amenaza de que si no lo tienen, pagarán una multa o simplemente se las retirará de la calle. A eso lo llamo yo chulear, luego el Ayuntamiento de Bonn se convierte en chulo y las máquinas recaudadoras, por lo tanto chulos automáticos.
El propósito del chuloautomático, según los responsables del Ayuntamiento de Bonn, es corregir la injusticia que se produce por el hecho de que las prostitutas que trabajan en burdeles y las que ejercen a domicilio pagan sus tasas municipales y las que trabajan en la calle, no. Y, en principio, parece una buena idea si no fuera porque, claro está, el hecho de que la prostituta paga, le otorga el derecho de putear en la calle y también porque el Ayuntamiento de Bonn, con esta medida reconoce que es incapaz de controlar la prostitución callejera y que no conforme con eso, está dispuesto a rebajarse a la condición de chulo de esquina.
Pero, ¿merece la pena? Pongamos el ejemplo de Madrid. Según la organización Medicos del Mundo, en 2008 ejercían la prostitución en las calles de Madrid unas 1400 prostitutas. Suponiendo que esa cifra se haya mantenido estable desde entonces (que ya es suponer) y suponiendo que cada prostituta ejerce unos 240 días al año (aquí descuento una semana al mes de paro obligado, supongo que no hay que explicarlo, y treinta días adicionales por bajas por enfermedad, que el trabajar semidesnuda en la calle no es muy bueno para la salud que digamos. No tengo en cuenta vacaciones porque, digo yo, que si pudieran permitirse vacaciones no estarían haciendo la calle), nos salen 336.000 noches de puteo, que a seis euros la noche tendríamos 2.016.000 euros, suponiendo que todas pagan y de aquí habría que descontar los costes de los controladores (con plus de nocturnidad y peligrosidad) para ver si las chicas tienen puesta, por encima del pecho, la pegatina con el oso y el madroño y la fecha del día. No sé yo si no iba a valer más el collar que el perro.
Espero que nuestros alcaldes no imiten esta medida. Porque en el supuesto caso de que la operación fuese rentable, el dinero obtenido no compensaría la vergüenza de reconocer oficialmente que no somos capaces de sacar la prostitución de los lugares de tránsito y de ocio de nuestros niños.