lunes, 18 de enero de 2010

141. Un fardo demasiado pesado.

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Cuando tienes hijos tienes la responsabilidad de su cuidado y de su educación. Esta es una carga pesada para la que muchos padres no están preparados. Es interesante ver la preparación que muchos adultos realizan para ejercer una profesión, para conducir un vehículo, incluso para ir de vacaciones y después compararla con la preparación para ser padre o madre. Eso parece cosa de otros tiempos. Si hoy le dices a un hombre que debería preparar a su hijo para que sea buen padre, te mira con cara de camión. Si le dices a una mujer que debería preparar a su hija para ser una buena madre, te puede hasta acusar de machismo.

Pero eso es otra historia. En realidad la historia del fardo viene de un monólogo jocoso en el que el monologuista instaba a los futuros padres a prepararse para la paternidad responsable poniendo el despertador cada dos horas y llevando durante media hora en brazos un fardo ligeramente húmedo de unos seis kilos de peso para después volver a dormir y despertarse dos horas más tarde para repetir el ejercicio, y esto durante, como mínimo, seis meses para ir bien preparado.

De ese "fardo" es del que quiero hablar.

Mucho se ha hablado de si la mejor manera de transportar a un bebé es en el brazo dominante, o en el brazo recesivo o delante del pecho en una mochila, o atado a la espalda como los inuit y las mujeres que trabajaban en el campo o encima de la cadera como las gitanas.

El caso es que, lo lleves como lo lo lleves, te acaba fastidiando la espalda.

Yo tengo a mi cargo el cuidado de S. y A., dos mellizas que ahora tienen dos años. Son la alegría de mi casa y no cambio los malos ratos que me dan por una tarde tranquila de verano al borde de una piscina con una Mahou en botellín bien fresquita y media razón de queso de oveja y jamón de pata negra. (Las lágrimas que me están cayendo). Pero el transporte manual de sus veinticuatro kilos de peso (diez y medio una y trece y medio la otra, desequilibrio que empeora el problema) es un reto para mis articulaciones.

Pero hay algo que es importante saber. El transportar veinticuatro kilos de peso, por muy molesto que pueda parecer no produce por sí mismo problema articular alguno. El problema se presenta cuando los músculos tiran en la dirección incorrecta. Esto genera tensión, que produce dolor, que hace que los músculos tiren en la dirección incorrecta para evitar el dolor, generando una espiral negativa de consecuencias previsibles: artrosis, destrucción del cartílago, inflamación y dolor y cirujanos y ejecutivos de compañias farmacéuticas jugando a golf en Bahamas a costa de una invalidez (temporal o definitiva) que podría haberse evitado.

Afortunadamente, conocí hace algunos años la obra de Pete Egoscue, que es un fisioterapeuta norteamericano que en Gloria esté (porque ahora en San Diego deben de ser las cinco y media de la mañana y estará durmiendo en la gloria). Recomiendo la lectura atenta de sus libros, y realizar el análisis postural que propone y los ejercicios correspondientes a la situación concreta de la madre/padre en cuestión. La idea básica de Pete Egoscue es que tenemos dolores articulares, por movernos mal o por no movernos suficientemente.

Los ejercicios contenidos en sus libros pueden ser realizados no sólamente por padres recientes sino, claro está, por cualquiera que tenga dolores articulares. Yo los realizo siempre que me duele alguna articulación y, en la mayoría de los casos, obtengo alivio inmediato. Y quien escribe ha tenido dolores lumbares tan invalidantes que ha pasado varios años teniendo que estar de baja una semana de cada mes, en ocasiones en el hospital, atiborrado de antiinflamatorios. Desde luego, recomiendo la lectura de este libro a cualquier persona que sufra dolores crónicos de las articulaciones y desde luego, como paso previo a la cirugía articulatoria.

El libro "Pain Free. A revolutionary method for stopping chronic pain" es la descripción más sencilla que he podido encontrar de cómo funciona nuestro sistema locomotor, de por qué se produce el dolor en las articulaciones y de cómo podemos aliviarlo de forma sencilla. Combinado este libro con "The Egoscue Method of Health Through Motion" se obtiene una herramienta muy eficaz conta los dolores articulares. Los libros pueden comprarse on-line y son fáciles de encontrar mediante tu buscador de internet favorito indicando "Pete Egoscue book". Desafortunadamente para quienes no dominen el idioma de Shakesperare están en inglés y hasta ahora no he encontrado una versión en español. Si la encuentro, colgaré la dirección aquí.

2 comentarios:

  1. Como apunte, recomendar al personal con churumbeles el portarlos con fulares de tela mejor que con mochilas.

    Por el nacimiento de una de mis hijas mayores nos regalaron la típica mochila porta bebés... que usamos unos 30 minutos en total. Incomodísima para bebé y para porteador.

    Con el enano estamos usando el fular -de momento situándolo de frente a mí sobre mi barriga/pecho- con el que puedo dar fe, por un lado, de que el porteador se encuentra muchísimo más cómodo ya que si está bien puesto (y me lo pongo yo solo, con lo que no será tan difícil) el peso se reparte por hombros, espalda, riñones, pecho y tripa.

    Además, el peque se encuentra comodísimo, y así lo demuestra el que se quede frito en cuanto empiezas a portarlo y que se queje cuando lo sacar, jejeje. Evidentemente, también es muy importante el que al niño se le ponga bien la tela, que las costuras no sean finas y se claven, y sobre todo que la tela que le pasa por debajo del culete llegue de corva a corva.

    Una foto que he encontrado en un blog:

    http://mamanu.files.wordpress.com/2009/03/moby_sienna_2.jpg

    Algunas gües:

    http://www.instintomaternal.com/es/contenido/?idsec=99

    http://mimosytta.wordpress.com/portabebes/

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  2. Este creo que no lo puse bien.

    Información al respecto:

    http://foro.redcanguro.org

    (apartado "fulares")

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