La fotografía muestra el mando de mi televisor. Yo tengo el mando en la mano. Pulso un botón y el televisor se enciende. Vuelvo a pulsarlo y se apaga. Puedo controlar el volumen, el brillo, el contraste, cambiar de canal y no se cuántas funciones más que desconozco.
Los distintos canales de televisión sólo pueden tomar contacto conmigo a través de este televisor, el cual controlo con este mando que tengo en las manos. En todos los hogares que he visitado, la situación, más o menos tecnológicamente avanzada, es la misma. Los habitantes de la casa tienen un mando que controla el televisor y no tengo constancia de que haya ningún televisior que tenga un mando por el que me pueda controlar a los habitantes de la casa.
Entonces, ¿por qué hay tanta gente que se queja de los peligros de los contenidos que los distintos canales emiten?
Básicamente estoy de acuerdo con el artículo, pero según ese planteamiento estaríamos considerando que todo el que pone la tele tiene capacidad de criterio para discernir si lo que el aparatito empieza a vomitar es ficción, realidad, valor positivo o valor negativo. En mi casa mis hijos no ponen la tele sin preguntárnoslo antes, y sólo programas que los padres les permitamos ver. No hay problema porque afortunadamente han entendido rápido el criterio y son capaces de apagar la tele por su cuenta si saben que no deben ver algo. Pero ¿qué pasa cuando en un horario de tarde, un padre se despista y un hijo, sin mala intención, creyendo que va a ver pocoyó, presiona el botoncito sin darse cuenta de que el canal en el que se enciende no emite pocoyó sino -pongo por caso hipotético- que un tipo es guapo y rico y mantiene su posición engañando a su esposa y cepillándose a la secretaria a la vez que acrecienta su fortuna evadiendo impuestos y pagando salarios de miseria. ¿Somos culpables los padres? Sí, en parte al menos. Pero una ayudita cuidando lo que se emite ayudaría.
ResponderEliminarSaludos.
Gonzalo.
http://blogs.andalunet.com/gonzalo
Hola Gonzalo,
ResponderEliminarDisculpa que no te he contestado antes. He iniciado este blog hace poco y hasta hoy no he encontrado el procedimiento para dar de alta los comentarios.
Tu comentario es muy interesante. Tanto que me he dado una vuelta por tu "blog". He leído algunas entradas y me gustan los temas de los que hablas. Me pasaré de vez en cuando.
Respondiendo al tema que tocas de la falta de criterio de los niños yo le he dado una solución extrema pero eficaz: Mi televisor no está conectado a antena alguna, por lo que, cuando yo me despisto, mis hijas no pueden ver más que lo que hay en casa en DVD.
Por último, me agrada ver que tú también piensas que el sexo explicito y la violencia no son los únicos contenidos indeseables. El abuso, la corrupción, el fraude, el engaño, el desprecio, el insulto, la infidelidad y otros comportamientos escandalosos pasan sin problemas los filtros que deciden qué puede emitirse y qué no en horario infantil. Y pueden enviar años de paciente dedicación paterna (y materna) por el desagüe.
Gracias por tu comentario.