A ver. Al enfermo lo han puesto en tratamiento para dejar la droga. Han llenado un bote con 100.000 millones de dosis de metadona y le han puesto un vial en una vena. Eso sí, el grifo lo controlan otros, que cuando se está en tratamiento de desintoxicación, los médicos no se andan con tonterías. A mí siempre me ha llamado mucho la atención que para ayudar a un drogadicto a dejar la droga, se le inyecte más droga pero bueno, los expertos saben más.
Traducción: La banca española tiene un problema de deuda y para solucionarlo la Unión Europea le presta 100.000 millones de euros (un 10% del PIB español). Yo sigo sin entenderlo pero bueno, doctores tiene la iglesia y economistas el FMI.
El tratamiento es duro y no está claro que el enfermo vaya a salir de esta y si sale, no está claro que vaya a poder pagar el tratamiento pero, por si acaso, es importante asegurarse de que se den las condiciones para que el drogadicto no vuelva a caer en la adicción. Hay que procurar que se aleje de las malas compañias, que adquiera otras aficiones y tenga otras costumbres y sobre todo es importante modelar su personalidad para que obtenga su satisfacción de lo que es y de lo que hace y no del "subidón" que le produce la droga.
Se me ocurre, por ejemplo, solicitar a las autoridades españolas:
1. Que cualquier ayuda que se conceda a los bancos españoles (con dinero público prestado por la unión europea) se haga a cambio de acciones, opciones negociables (esta es la opción elegida por George Bush en los Estados Unidos por la que el Tesoro ha ganado una pasta) o incluso a cambio de la nacionalización total del banco en cuestión (opción holandesa). Es decir, que nos aseguremos de que habrá un mecanismo por el cual los bancos devolverán al FROB el importe prestado (con sus intereses) y de que España podrá devolver el préstamo en el período pactado y aún ganar en el asunto si las cosas van bien. Si se pone dinero público en una empresa privada hay que asegurarse de que ese dinero vuelva de algún modo directo, nada de suponer que ese dinero hará subir la economía y entonces se pagarán más impuestos. Eso es fiar a muy largo plazo y sin garantías de recuperación.
2. Que se coloque a profesionales en los puestos de responsabilidad de las entidades bancarias y que se limpien los Consejo de Administración de políticos, amigos de políticos, sindicalistas y amigos de sindicalistas y que la gestión se realice con criterios EXCLUSIVAMENTE técnico-financieros. Así evitamos que se utilice el dinero de los bancos en financiar proyectos orientados al desarrollo...del ego del dirigente de turno.
3. Que se elimine la posibilidad de otorgar un préstamo basado únicamente en el colateral, de modo que un préstamo para la compra de vivienda sea otorgado exclusivamente en función de la capacidad de retorno del prestatario. Así evitamos que se preste dinero a quien carece manifiestamente de la capacidad para devolverlo.
4. Que se prohiba por ley conceder un préstamo por una duración superior a veinte años y se establezca un tipo de interés fijo para el préstamo para vivienda, por ejemplo, en un tres por ciento, con la posibilidad de establecer un porcentaje adicional para que el estado otorgue una garantía hipotecaria nacional (aval estatal) que se financiaría con ese porcentaje adicional. En estas condiciones, será más difícil que se produzca una burbuja inmobiliaria y el dinero podrá fluir a sectores más productivos y menos especulativos.
5. Si se da lugar a que un banco sea intervenido, que se transforme en un banco cuyo objetivo sea el de financiar proyectos que aseguren: el desarrollo sostenible, la independencia energética de España, el crecimiento de la investigación orientada a la innovación tecnológica y la creación de proyectos a pequeña escala enfocados a crear empleo de larga duración. Y que no toquen un ladrillo ni con un palo de seis metros. Si ha de existir una banca pública, que se dedique EXCLUSIVAMENTE a intentar impedir que se produzca lo que ha ocurrido en España en los últimos veinte años.
Se admiten propuestas.
Traducción: La banca española tiene un problema de deuda y para solucionarlo la Unión Europea le presta 100.000 millones de euros (un 10% del PIB español). Yo sigo sin entenderlo pero bueno, doctores tiene la iglesia y economistas el FMI.
El tratamiento es duro y no está claro que el enfermo vaya a salir de esta y si sale, no está claro que vaya a poder pagar el tratamiento pero, por si acaso, es importante asegurarse de que se den las condiciones para que el drogadicto no vuelva a caer en la adicción. Hay que procurar que se aleje de las malas compañias, que adquiera otras aficiones y tenga otras costumbres y sobre todo es importante modelar su personalidad para que obtenga su satisfacción de lo que es y de lo que hace y no del "subidón" que le produce la droga.
Se me ocurre, por ejemplo, solicitar a las autoridades españolas:
1. Que cualquier ayuda que se conceda a los bancos españoles (con dinero público prestado por la unión europea) se haga a cambio de acciones, opciones negociables (esta es la opción elegida por George Bush en los Estados Unidos por la que el Tesoro ha ganado una pasta) o incluso a cambio de la nacionalización total del banco en cuestión (opción holandesa). Es decir, que nos aseguremos de que habrá un mecanismo por el cual los bancos devolverán al FROB el importe prestado (con sus intereses) y de que España podrá devolver el préstamo en el período pactado y aún ganar en el asunto si las cosas van bien. Si se pone dinero público en una empresa privada hay que asegurarse de que ese dinero vuelva de algún modo directo, nada de suponer que ese dinero hará subir la economía y entonces se pagarán más impuestos. Eso es fiar a muy largo plazo y sin garantías de recuperación.
2. Que se coloque a profesionales en los puestos de responsabilidad de las entidades bancarias y que se limpien los Consejo de Administración de políticos, amigos de políticos, sindicalistas y amigos de sindicalistas y que la gestión se realice con criterios EXCLUSIVAMENTE técnico-financieros. Así evitamos que se utilice el dinero de los bancos en financiar proyectos orientados al desarrollo...del ego del dirigente de turno.
3. Que se elimine la posibilidad de otorgar un préstamo basado únicamente en el colateral, de modo que un préstamo para la compra de vivienda sea otorgado exclusivamente en función de la capacidad de retorno del prestatario. Así evitamos que se preste dinero a quien carece manifiestamente de la capacidad para devolverlo.
4. Que se prohiba por ley conceder un préstamo por una duración superior a veinte años y se establezca un tipo de interés fijo para el préstamo para vivienda, por ejemplo, en un tres por ciento, con la posibilidad de establecer un porcentaje adicional para que el estado otorgue una garantía hipotecaria nacional (aval estatal) que se financiaría con ese porcentaje adicional. En estas condiciones, será más difícil que se produzca una burbuja inmobiliaria y el dinero podrá fluir a sectores más productivos y menos especulativos.
5. Si se da lugar a que un banco sea intervenido, que se transforme en un banco cuyo objetivo sea el de financiar proyectos que aseguren: el desarrollo sostenible, la independencia energética de España, el crecimiento de la investigación orientada a la innovación tecnológica y la creación de proyectos a pequeña escala enfocados a crear empleo de larga duración. Y que no toquen un ladrillo ni con un palo de seis metros. Si ha de existir una banca pública, que se dedique EXCLUSIVAMENTE a intentar impedir que se produzca lo que ha ocurrido en España en los últimos veinte años.
Se admiten propuestas.
Lo bueno de si vienen de fuera a ver como hacemos los de dentro, las tijeras de cortar cabezas de políticos en puestos de relumbrón debería de ser de las primeras cosas que viéramos.
ResponderEliminarNo olvidemos que estamos hablando de entidades que los políticos se han apropiado para jugar "a las casitas" (A sus casitas)
Una tontería...¿Va a devolver alguien algo?
Me sorprende, Ángel, que tú también caigas en la tentación de la nacionalización de la banca. Porque todo este follón en España lo han montado las cajas, esto es, la banca controlada por políticos. Se llaman bancos desde antes de ayer, como quien dice. No hemos empezado ni a salir del follón en que nos han metido los políticos controlando la mitad del sistema financiero y ya queremos entregárselo otra vez.
ResponderEliminarLo que hay que hacer es dejar el sector en manos privadas (que no tienen por qué ser necesariamente grandes banqueros, pueden favorecerse cooperativas de crédito, por ejemplo) y fijar reglas estrictas que aseguren que el peso del sector financiero en la economía se limite al que esta necesite para su desarrollo y supervisar su cumplimiento.
Pero la supervisión no puede funcionar si los supervisados y supervisores son los mismos: los partidos políticos, básicamente.
La existencia de una banca pública no es un pecado, Pedro, así que no creo que haya caído en ninguna tentación.
ResponderEliminarLas cajas de ahorro tenían una estructura parecida a la de una fundación. Las cajas rurales son cooperativas de crédito. Los bancos son sociedades anónimas. TODAS estas entidades, con independencia de su forma jurídica y su titularidad se han visto salpicadas por escándalos y corrupción y han sido de una u otra manera manipuladas o manipuladoras. Banesto, por ejemplo, no era una caja. El problema no es la titularidad sino los gestores. Estoy de acuerdo contigo en que no se puede poner a la zorra a cuidar de las gallinas, pero esto es independiente de si el gallinero pertenece al Estado, a una fundación, a una sociedad anónima o a una familia de hacendados.
Pero de todas formas si lees mi comentario, verás que digo que SI se ha de poner dinero público en la banca que sea de modo que ese dinero se pueda recuperar directamente (lo que implica que solo se debe poner dinero público en proyectos bancarios rentables a medio plazo) y que SI ha de existir una banca pública (de forma temporal o permanente) que se dedique a combatir las razones por las que nos hemos visto implicados en esta crisis.
Los supervisores de fuera no son necesariamente mejores que los de dentro, Kikás. Supongo que recuerdas que hubo un tiempo en que el Presidente del FMI fue Rodrigo Rato.
ResponderEliminarLa metáfora buena no es la de poner a la zorra a cuidar a las gallinas, sino la de que sea una zorra la que cuida que otras zorras no se metan en el gallinero. Por eso hay toda la diferencia del mundo entre que parte del sector financiero sea público (esto en España sea traduce en controlado por alguna administración pública, es decir, por los partidos) y que no lo sea. La experiencia nos dice que el peligro de que no se supervise su actividad de forma consciente es altísimo. Se les puede escapar alguna entidad no controlada por ellos, pero las suyas, es que ni las miran. Pa qué, pensarán, si ya tienen gente suya dentro que mira por los intereses que les importan.
ResponderEliminarAsí ha sido hasta ahora, y si tuviera que decir alguna lección de esta crisis bancaria es que lo úlitmo que debemos permitir es que los mismos que deciden como se gasta el 50% del PIB (y controlan buena parte del otro 50%), tengan capacidad de decidir a quien se presta el dinero y el control de la supervisión de esta actividad.
Si el FROB mete capital, es de cajón que se convertirá en accionista , pero en ese caso es urgente buscar mecanismos de autonomía radical del FROB y del BDE y reprivatizar lo antes que se pueda ...
La opción de la nacionalización es la opción que menos me gusta, porque es en la que el Estado asume el mayor riesgo, al pasar la empresa a titularidad estatal. La segunda opción, capitalización de la deuda en forma de acciones también tiene el riesgo de que el valor de la acción baje. No creo que sea lo mejor que el Frob se haga accionista. La opción de las opciones a muy bajo precio es, sin duda, la mejor de todas. Que el Frob reciba derechos de compra de las acciones (call) a un precio suficientemente bajo para casi garantizar que la acción no va a alcanzar ese nivel. Cuando la acción se recupere, el Frob puede cancelar esas opciones en el mercado, recibiendo un beneficio espectacular por las mismas. Los que pierden, claro está, son los accionistas, pero peor sería perder la inversión por completo si el estado no interviniese. En general, creo que este debería ser un modelo para la intervención en empresas en dificultades.
EliminarYa, pero dudo mucho que me venga a supervisar un español sino, digamos, un torpe de Estonia...
ResponderEliminarY no creo que el estonio le cuadre todos los colegas que tiene la Cospe en la caja de tu pueblo...es un suponer
Con controlar eso, joder que no habremos adelantado años...
Quizá es la mejor opción. Que el árbitro venga siempre de fuera. Eso no garantiza su independencia, pero por lo menos no garantiza su parcialidad, como ha venido ocurriendo hasta ahora.
EliminarCreo que no hay que confundir lo que debe ser una banca pública con el mal que ha liquidado las cajas.
ResponderEliminarEl problema de las cajas no es que fuera algo parecido a banca pública, sino que han sido aniquiladas por los partidos políticos que las han utilizado para meter a cargos políticos sin capacidad para sus puestos, para que esos cargos autorizaran créditos que luego condonaban, para que financiaran obras impagables... Eso no es problema de la banca pública, a no ser que consideremos que si un político roba del presupuesto de sanidad lo que hay que quitar es el presupuesto de sanidad.
En cuanto a los supervisores... Los inspectores del BdE llevan muchos años manejando información que dejaba bien a las claras los agujeros. Los inspectores del BdE han hecho su trabajo, apretando a las entidades y trasladando a sus superiores, tanto técnicos como políticos, lo encontrado. Sus superiores han mirado para otro lado. No son los inspectores los culpables.
A todo esto, a los primeros que llegaban (aparte de los superiores) los alarmantes informes de los inspectores era a los consejeros de las entidades. Que en el caso de las cajas eran puestos a dedo por todos los partidos y por los principales sindicatos. TODOS sabían lo que había. Y teóricamente TODOS debían informar a los que les nombraban.
Pero claro, si tenemos de Ministro de Hacienda a uno que decía que lo mejor que podía hacer un español que tuviera una hipoteca era meterse en otra y que la inversión en ladrillo era el futuro, tampoco vamos a pedir que el personal haga nada coherente.
Suscribo todas y cada una de tus reflexiones, Gonzalo. No es un problema de si la banca es pública o privada. Es una cuestión de que no se ha definido cuáles son los mecanismos de control sobre los gestores y cómo se hace para que se elijan personas con capacidad técnica suficiente para manejar una caja de ahorros. Un banquero no solo debe ser competente sino, además, honrado. Y si no es honrado, por lo menos, que sea competente, y si no es competente, por lo menos, que sea honrado. Pero lo que no se puede hacer es poner al cargo de un banco a alguien que no cumple ninguno de los dos requisitos.
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