martes, 6 de marzo de 2012

229. Crisis. ¿Qué puedo hacer yo?: Rescatar empresas en dificultades.

El domingo pasado, en vuelo de vuelta a Bruselas Charleroi, trabo conversación con un ganadero que va a Bélgica a comprar vacas. Me cuenta que su empresa está en una situación apurada, no solo, o al menos no principalmente, debido a la crisis ("los ganaderos siempre estamos en crisis") sino por causa de un administrador desleal que les ha creado una situación de impago que les lleva a estar en el RAI y el ASNEF, lo que les cierra la financiacion.

Me dice que tiene un acuerdo con una central lechera que les compra toda la leche a un precio no demasiado elevado pero con la garantía de que, sin importar cuánta leche produzca, la lechera se la comprará. Tiene instalada suficiente capacidad para ordeñar trescientas vacas y si tuviera la explotación a tope, produciría suficiente leche para, al precio que se lo compra la central lechera, poder capear el temporal, empezar a repagar a los acreedores y a los bancos y evitar la suspensión de pagos.

Pero tiene un problema: solo tiene 100 vacas y no tiene dinero ni crédito para comprar más. Tiene algunos bienes no hipotecados que podría vender pero que, dada la crisis actual, tendría que malvenderlos. En definitiva: que está bien jodido.

Actualmente está a la búsca de inversores, ayudas públicas, préstamos de particulares...sin éxito hasta ahora. La situación de impago de su empresa, provocada por el administrador que he mencionado antes, acompañada por la incertidumbre sobre el futuro (que hace que el dinero huya a esconderse en ignotos rincones, lejos de cualquier empresa de riesgo) no facilita su labor. Y de los poderes públicos, poco hay que esperar. Como dice el refrán "de donde no hay, no se puede sacar".

Comienza la tormenta de ideas:

Este empresario ganadero está buscando dinero o crédito, pero en realidad, lo que necesita son vacas. Luego si lo que necesita son vacas, debería estar buscando vacas, ¿no?

Dado que necesita aproximadamente 200 vacas, pero no puede pagarlas, mi idea es buscar a 200 personas dispuestas a comprar una vaca (aproximadamente 1800 euros, derechos incluídos) y a alquilársela a este ganadero durante toda su vida util (aproximadamente cinco años) a cambio de 30 Euros mensuales más dos litros de leche diarios.

Beneficios para el inversor:

1. Recibe 2 litros de leche diarios. Suponiendo que la vaca dura 5 años en explotación rentable y que produce leche 300 días al año, estaríamos recibiendo 3000 litros de leche, que al precio que tiene en el mercado de 60 céntimos, nos da 1800 euros,
2. Recibe 30 Euros mensuales, que multiplicado por los 60 meses que dura la vaca, nos da otra vez los 1800 Euros.
3. Ayuda a mantener puestos de trabajo en una zona y en un sector muy golpeados por la crisis.

Es decir, el inversor recibe su capital al cabo de cinco años y un interés equivalente al 100% del capital, pagadero en leche y además realiza una buena labor social pues contribuye al mantenimiento de puestos de trabajo.

Beneficios para el ganadero:

1. Adquiere las vacas necesarias para rentabilizar su explotación con una financiación con la que no podría soñar en este momento (y probablemente en ningún momento).
2. El valor percibido del interés que recibe el inversor es casi el doble del precio que la central lechera le paga por su leche y un poco menos de la mitad del coste necesario para su producción.

¿Alguien podría comentar aquí sobre las implicaciones fiscales y contables de este contrato de "alquiler lácteo"?

Gracias de antemano en mi nombre y en el de este atribulado ganadero.

4 comentarios:

  1. Lo del mantenimiento de los puestos de trabajo...¿Lo dices por las vacas?

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  2. Jajaja. No lo había pensado así. En realidad estaba pensando en los vaqueros, la administrativa de la oficina y los funcionarios cuyo sueldo depende de que ésta, y otras empresas, funcionen. Ya sabes que lo de los "recortes" tiene que ver con que la recaudación de impuestos ha caído y la recaudación ha caído porque no hay actividad económica y no hay actividad económica porque el dinero está muertico de miedo metido, en el mejor de los casos, en una cuenta corriente y en el peor, haciendo montones en una caja fuerte.

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  3. vaqueros, administrativa de oficina, funcionarios....
    Tu no eres vasco, ¿no?
    Porque sé de más de una que te iba a meter una somanta palos despues de ordeñar que te iba a parecer que tu cara era la de otro
    Y sin feministas ni vigilantes del sexismo en el lenguaje, ni más chorradas
    Anda que.....

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    1. No sé como serán las cosas en los montes y valles de donde tú provienes, pero en la empresa de que yo hablo ninguna mujer toca una ubre (de las vacas, se entiende) y ningún hombre toca un papel. Y si uso la palabra funcionarios para referirme a TODOS los trabajadores públicos con independencia de su sexo (que no género) es porque así lo indica la gramática española (y además se ha pronunciado recientemente en ese sentido la Real Academia de la Lengua, para despecho de los vigilantes - y las vigilantas - del sexismo en el lenguaje, que nos tienen acostumbrados cada día a demostrar que confunden la velocidad con el tocino, como si hablar de ciudadanas y de ciudadanos garantizase algún derecho a alguno (o a alguna).

      Por cierto que no hace falta ser vasca para ser mujer y ordeñar vacas, que en La Mancha también hay mujeres con manos recias y fuerte carácter.

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