jueves, 8 de octubre de 2015

288. Decíamos ayer...

Mareo, dolor de cabeza, moqueo continuo, tos, dolores musculares... Parece el comienzo de una gripe. Un día fatal para empezar o retomar algo.

Así que, por supuesto, me he ido a andar media hora y me he decidido a retomar este ciberdiario.

Después de meditar durante diez minutos, he decidido también dejar de utilizar Facebook. Soy consciente de que eso me desconecta de muchos buenos amigos, que dejarán de estar en contacto casi permanente conmigo. Lo hago (lo de dejar de utilizar Facebook) porque ese medio se ha convertido en una pérdida de tiempo, una fuente de frustraciones, un medio para informarme mal e informar mal a otros y un ataque directo a mi privacidad en el que yo mismo colaboro alegremente. Un medio, además, que saca lo peor de mí y que me enseña lo peor de otros. Y no quiero eso. Estaba yo muy contento antes de conocer los vicios, las manías, los odios, los fanatismos, las estupideces, la falta de objetividad y la mala educación de algunos de mis conocidos y supongo que ellos también estaban muy contentos antes de conocer los míos. En Facebook se ve todo. En Facebook se ve demasiado. Facebook es, además, un medio para difundir mentiras, para manipular y ser manipulado y para caer en mil y una trampas y fraudes. El tiempo que utilizaba en mirar la vida de otros y en contarles la mía lo voy a utilizar ahora en vivir, que son dos días.

Lo siento por los que lo sientan y me alegro por los que se alegren.









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