Un hombre ha sido condenado en Francia a pagar a su esposa una indemnización de €10000 por no cumplir con el débito conyugal, es decir, por negarse a tener sexo de forma habitual con su mujer. La parte acusadora se casó con la parte acusada en 1986 y es madre de sus tres hijos. Pero parece ser que después de los tres niños no ha habido mucha actividad en el dormitorio. El juez dijo en su veredicto que "el sexo es la expresión del afecto mutuo de los cónyuges".
Reflexión número 1.: ¿Cómo ha podido demostrar la mujer que su marido no le daba tralla?
Reflexión número 2.: ¿Cómo ha establecido el juez con cuánto sexo se cumple con el débito conyugal? ¿Depende de los deseos del otro cónyuge o se hace una media aritmética? ¿O hay un baremo por edades?
Reflexión número 3.: ¿Me da esto derecho a exigir a mi mujer un determinado número de prestaciones sexuales?
Reflexión número 4.: Esto de exigir indemnización al marido por falta de sexo es ¿retró o progre? Quiero decir, en un entorno en el que el adulterio no es punible (a pesar de ser una evidente violación del contrato de matrimonio) ¿como es posible que pueda penarse el no cumplir con el débito conyugal?
Reflexión número 5.: Si el no cumplir con el débito conyugal es punible, ¿tiene sentido la violación entre cónyuges? ¿O al menos podría considerarse el incumplimiento del débito conyugal como eximente en el caso de violación entre cónyuges?
Reflexión número 6.: ¿Alguien se imagina la que se habría liado si al juez se le hubiera ocurrido castigar a la mujer por no cumplir con el débito conyugal? Yo creo que habría sido portada en todos los periódicos del mundo, habrían protestado todos los partidos políticos, todos los colectivos de derechos sociales y los colectivos feministas habrían exigido la inhabilitación a perpetuidad de semejante machista de mierda.
Y es que todos los sexos son iguales, pero unos más iguales que otros.
Reflexión número 1.: ¿Cómo ha podido demostrar la mujer que su marido no le daba tralla?
Reflexión número 2.: ¿Cómo ha establecido el juez con cuánto sexo se cumple con el débito conyugal? ¿Depende de los deseos del otro cónyuge o se hace una media aritmética? ¿O hay un baremo por edades?
Reflexión número 3.: ¿Me da esto derecho a exigir a mi mujer un determinado número de prestaciones sexuales?
Reflexión número 4.: Esto de exigir indemnización al marido por falta de sexo es ¿retró o progre? Quiero decir, en un entorno en el que el adulterio no es punible (a pesar de ser una evidente violación del contrato de matrimonio) ¿como es posible que pueda penarse el no cumplir con el débito conyugal?
Reflexión número 5.: Si el no cumplir con el débito conyugal es punible, ¿tiene sentido la violación entre cónyuges? ¿O al menos podría considerarse el incumplimiento del débito conyugal como eximente en el caso de violación entre cónyuges?
Reflexión número 6.: ¿Alguien se imagina la que se habría liado si al juez se le hubiera ocurrido castigar a la mujer por no cumplir con el débito conyugal? Yo creo que habría sido portada en todos los periódicos del mundo, habrían protestado todos los partidos políticos, todos los colectivos de derechos sociales y los colectivos feministas habrían exigido la inhabilitación a perpetuidad de semejante machista de mierda.
Y es que todos los sexos son iguales, pero unos más iguales que otros.
Como se os ve el plumero a todos...
ResponderEliminarAhora que Leyre nos deja, a salir de la madriguera y ponerla en un compromiso 5 días antes de que nos abandone
Ratas de barco...
Jajaja, claro, claro. A mí me gustaría saber que opina Leyre al respecto. Pero es que no me lee. Sera que tengo una imagen machista.
ResponderEliminarDigo yo que se habrá hecho un cómputo de débitos no atendidos, y se habrá tasado a tanto el débito (o calentón no resuelto) y esa es la cantidad que se le reclama ahora al deudor.
ResponderEliminarEsas tablas deberían hacerse públicas para establecer en base a ellas los precios fijados por el convenio una vez que se regularice la prostitución.
Que ya sé que todo esto que digo es una gilipollez asín de grande... pero es para estar a la altura del juez y sobre todo de la demandante.
@ Gonzalo. En ocasiones me sorprendo a mí mismo diciendo lo que decía mi abuelo: "A donde vamos a llegar?".
ResponderEliminarY me da hasta miedo.