El 13 de Marzo de 1990, recuerdo bien la fecha pues era martes y pensé: claro, mala suerte, se celebra en Madrid una reunión de Inspectores de Educación. Se discute la posibilidad de reformar la Educación para adaptarla a los nuevos tiempos. La discusión es acalorada. Todos y cada uno de los inspectores exponen vehementemente su punto de vista. Pronto es más que evidente que hay dos bandos, los que quieren la reforma a toda costa y los que quieren dejar las cosas tal como están. La conversación sube de tono y hay hasta insultos. Entonces uno de los inspectores más antiguos, con cuarenta años de docencia a las espaldas se pone en pie. Todos guardan silencio.
El inspector D. Juan García Peláez (el nombre es supuesto), mira a sus colegas y comienza a hablar:
- Pues yo pienso...yo pienso...
Después pronuncia una frase ininteligible y cae al suelo como un fardo, incosciente. Nunca se volvió a levantar. En el hospital diagnosticaron un infarto cerebral del que murió a los tres días.
El 3 de Octubre de ese mismo año se aprobó la Logse. Esto no lo sabe mucha gente pero al final se decidió eliminar siguiente mención de la exposición de motivos.
"Esta ley está dedicada al Inspector de Educación, D. Juan García Peláez quien, con su sacrificio, nos mostró a todos los peligros de pensar. Esta ley tiene como objetivo primordial evitar dichos peligros a los futuros líderes de este país".
Lo que nunca se supo es lo que realmente pensaba D. Juan. Habrá que esperar al programa de Anne Germain en Telecinco, a ver si lo entrevistan.
El inspector D. Juan García Peláez (el nombre es supuesto), mira a sus colegas y comienza a hablar:
- Pues yo pienso...yo pienso...
Después pronuncia una frase ininteligible y cae al suelo como un fardo, incosciente. Nunca se volvió a levantar. En el hospital diagnosticaron un infarto cerebral del que murió a los tres días.
El 3 de Octubre de ese mismo año se aprobó la Logse. Esto no lo sabe mucha gente pero al final se decidió eliminar siguiente mención de la exposición de motivos.
"Esta ley está dedicada al Inspector de Educación, D. Juan García Peláez quien, con su sacrificio, nos mostró a todos los peligros de pensar. Esta ley tiene como objetivo primordial evitar dichos peligros a los futuros líderes de este país".
Lo que nunca se supo es lo que realmente pensaba D. Juan. Habrá que esperar al programa de Anne Germain en Telecinco, a ver si lo entrevistan.
Me empiezo a explicar más de una y más de dos reflexiones tuyas sin demasiado fundamento...
ResponderEliminar¿A ti los hospitales no te gustan, verdad?
No, los hospitales no me gustan. Es más, yo creo que hay pocas personas a las que les guste estar en un hospital.
ResponderEliminarCreo que fue con motivo de la hospitalización de nuestro añorado Mourelos que te dije que su hospitalización era mala cosa pues no conozco a nadie que esté en un hospital que goce de buena salud, personal sanitario incluído.
Sin embargo, yo no he hablado de hospitales en esta entrada, así que no sé por qué dices eso.
En cuanto al fundamento de mis reflexiones... espero las tuyas.
No, 23, yo ahora no puedo hacer flexiones no reflexiones
ResponderEliminarAyer me jodí en el partido de viejos
Tendras que esperar...sentado