sábado, 28 de mayo de 2011

195. Nada me importa.

Hace como diez años era director de una academia de Inglés. El Ayuntamiento de la ciudad puso la calle adyacente patas arriba (poniendo, por cierto, una valla delante de la salida de emergencia). Una mañana, una máquina retroexcavadora que estaba haciendo una zanja en la calle, rompió una tubería de gas. El gas se metió en la escuela y empezamos a notar el olor de inmediato. Segundos después se produjeron varias explosiones en la calle y se fue la luz. Teníamos un generador que permitía encender las luces de emergencia y mantener operativo el sistema informático durante veinte minutos, lo justo para hacer un backup. Entonces puse en marcha el plan de emergencia y evacué ordenadamente la escuela, comprobando aula por aula que no quedase nadie atrás. El sistema que teníamos entonces nos permitía saber en todo momento cuántos alumnos había en la escuela por lo que era imposible que nos faltase alguno.

En la calle, pasé lista y todos estaban ahí.

Entonces me dí cuenta de que no había hecho el backup y que todos los datos se podrían perder. Así que, sin pensarlo dos veces, me metí en un edificio a oscuras, con olor a gas y mientras ocurrían contínuas explosiones en la calle, hice el backup y salí triunfante con mi cinta en la mano.

Cincuenta personas son testigos de aquello y aún alguno me lo recuerda.

Visto desde la perspectiva de hoy sólo se me ocurre decir: "Hay que ser gilipollas".

Hace unos meses, en mi clase de holandés, la profesora nos hizo a todos esta pregunta:

- "Si hubiera un incendio en tu casa y tu familia estuviera a salvo, ¿para rescatar qué volverías a entrar en la casa en llamas?"

Cada uno dijo su cosa: un ordenador portátil, sus joyas que están en la caja fuerte, otra dijo una caja con álbumes de fotos,...yo guardé silencio.

- "Y tú Fuego Negro, ¿qué te llevarías?" - preguntó la profesora.

Me costó contestar, porque acababa de tener una revelación.

- "Nada".

Todos me miraron...y dijeron casi a coro.

- "¿Nada?"

- "Nada", respondí, "si mi familia está a salvo, lo demás no me importa".

Al día siguiente, empecé a vender objetos por internet. Hace un mes y medio que mi casa está en venta. Este verano mi familia alquilará una vivienda decente y viviremos modestamente.

E intentaremos ser felices los unos con los otros.

De lo demás, nada me importa.

5 comentarios:

  1. Pues si nadie te importa nada más que tu familia...que te den

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  2. Hombre, es que iba a ser mala suerte que precisamente estuvieras tú en mi casa justo cuando tuviera un incendio.

    Eso sí ti se diera el caso entraría sin pensarlo para sacarte arrastrándote asido por las barbas.

    Anda que no eres quisquilloso tú ni ná.

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  3. O sea, que vendes tu casa, te vas con tus 4 mujeres a vivir a una comuna, pasas de tus amigos y no te importa nada de nada...
    Tu no habrás comido pepinos sin pelar, ¿Verdad?
    Es que dices muchas tonterias

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  4. Déjale, coño, que ha visto la luz...

    A mí me parece cojonudo que la gente tenga esos terremotos internos y abrace vidas sencillas.

    Así que ánimo y enhorabuena.

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  5. Casa vendida. La verdad, me siento un poco más ligero.

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