Y entonces, ¿como matamos a la prima?
En Europa tenemos una opción que Alemania y los Países Bajos rechazan categóricamente: la emisión de eurobonos. Es decir, que todos los países de la zona Euro se financien al mismo precio, el precio que corresponde al riesgo conjunto de toda la zona euro. Adios, prima.
Para los países que forman la zona euro, esto significa aceptar que la eurozona es una unión monetaria con todas las consecuencias.No tendrá sentido hablar de solidaridad entre países sino de que todos somos europeos y que los europeos ricos pagan más para que los europeos pobres tengan mejores condiciones de vida. Lo que quizá signifique que Alemania perderá el control sobre la política monetaria europea, pero que ésta será europea de verdad. Lo que quizá signifique que Alemania y los Países Bajos tendrán que aceptar un poco más de inflación de lo que les gustaría y los Giipsys tendrán que imponerse reformas encaminadas a reducir su dependencia de capitales de las regiones del norte de Europa. O quizá significará que habrá que aceptar que dichos desequilibrios existen, que habrán zonas más pobres que otras y que la transferencia de rentas no solo no reduce la brecha de renta sino que es contraproducente a largo plazo pues exacerba los desequilibrios y perpetúa una cultura de dependencia y subvención. O quizá no signifique ninguna de esas cosas, o una combinación de las mismas, o todas a la vez. Pero seremos eurousuarios, para lo bueno y para lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad.
Cualquier cosa menos tener que aguantar a esa "prima" tan antipática.
En Europa tenemos una opción que Alemania y los Países Bajos rechazan categóricamente: la emisión de eurobonos. Es decir, que todos los países de la zona Euro se financien al mismo precio, el precio que corresponde al riesgo conjunto de toda la zona euro. Adios, prima.
Para los países que forman la zona euro, esto significa aceptar que la eurozona es una unión monetaria con todas las consecuencias.No tendrá sentido hablar de solidaridad entre países sino de que todos somos europeos y que los europeos ricos pagan más para que los europeos pobres tengan mejores condiciones de vida. Lo que quizá signifique que Alemania perderá el control sobre la política monetaria europea, pero que ésta será europea de verdad. Lo que quizá signifique que Alemania y los Países Bajos tendrán que aceptar un poco más de inflación de lo que les gustaría y los Giipsys tendrán que imponerse reformas encaminadas a reducir su dependencia de capitales de las regiones del norte de Europa. O quizá significará que habrá que aceptar que dichos desequilibrios existen, que habrán zonas más pobres que otras y que la transferencia de rentas no solo no reduce la brecha de renta sino que es contraproducente a largo plazo pues exacerba los desequilibrios y perpetúa una cultura de dependencia y subvención. O quizá no signifique ninguna de esas cosas, o una combinación de las mismas, o todas a la vez. Pero seremos eurousuarios, para lo bueno y para lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad.
Cualquier cosa menos tener que aguantar a esa "prima" tan antipática.
Es que ya lo dice el refrán cuanto más prima, más se arrima.
ResponderEliminarEl problema es que Europa, como unidad política y económica, es una quimera.
Salu2
Es una quimera porque hemos querido crear Europa desde la élite hacia el pueblo y realmente solo es posible al revés. Europa tiene un importante déficit democrático que hace imposible que el pueblo se identifique con las instituciones.
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