En casi todos los idiomas del mundo hay ya tres palabras españolas que son de uso comun: siesta, fiesta y la última incorporación más reciente es: indignado. Otra palabra por cierto, que se añade a la leyenda negra del español vago, juerguista y..."cabreao".
En la plaza de la Bolsa en Amsterdam, se manifiesta una multitud de jóvenes y se llaman a sí mismos "indignados" (lo pronuncian como "indiñados", que suena casi como "endiñados", lo que ha sido una premonición, especialmente cuando después llegó la policía a disolver la manifestación). En la radio neerlandófona de Bélgica, oigo decir la palabra "indiñado". Hasta proponen que en el Consejo de Administración de Dexia Bank (recientemente nacionalizado por Bélgica, ya véis la cantidad de cosas que se pueden hacer sin gobierno), debería haber algún "indiñado".
Indiñados en Moscú, indiñados en Nueva York, indignados en Buenos Aires, en París, en Lisboa, en Roma. Ya hasta parece que todos los movimientos populares en los países del Norte de Africa también eran "indiñados".
Tras muchos años de siesta y fiesta, viene el Tio Paco con las rebajas y todo el mundo "indiñado"
Pero nadie ha dicho todavía nada útil sobre como vamos a vivir a partir de 2012, cuando todos los países de nuestro entorno decreten "vacaciones bancarias". A ver si algún argentino nos echa una mano...a ser posible uno que no esté "indiñado"
Antes de "indiñarse" con el sistema, el gobierno, la Iglesia, el del kiosco de la esquina... habría que preguntarse si cada uno de nosotros hemos hecho todo lo posible, dentro de nuestras posibilidades, para solucionar el marrón.
ResponderEliminarCiertamente, Javier. Y también ver cuántos de los que braman contra los bancos y por la dación en pago pidieron una hipoteca de 500.000 euros por un piso de 70 metros a sabiendas de que no la podrían pagar, y se agenciaron el piso, el coche, los muebles y un viajito al Caribe.
ResponderEliminarY ahora "la banca" y "el capital" les oprimen.
Y al final, importa poco quién tiene la culpa, incluso aunque cada uno de nosotros reconociésemos la parte de culpa que tenemos en todo este follón, aún no habríamos resuelto el problema.
ResponderEliminarEl problema se empieza a resolver cuando se analiza lo por venir y se toman medidas colectivas para encontrar soluciones a esos posibles problemas como la reducción drástica del efectivo en manos del público, la profundización de la crisis económica, la salida del Euro, la hiperinflacción, la escasez energética, el desorden, la violencia, la pobreza, la guerra y el hambre. Puede parecer que el escenario que pinto es apocalíptico pero el meter la cabeza bajo la arena no impedirá que se produzca. Nuestra única obligación es estar preparados por nuestro bien, el de nuestros seres queridos y el de la sociedad civilizada que ha hecho posible cotas de bienestar que, probablemente, tardarán décadas en repetirse.
Gracias por seguir leyéndome.
@Gonzalo...y se olvidaron en su ambición de proteger financieramente a su familia.
ResponderEliminarLa banca nacionalizada...
ResponderEliminarY yo que me creía que Fidel Castro estaba en las últimas...
Ya sabes que todo es pecado hasta que te ves forzado por las circunstancias. Los Países Bajos han nacionalizado ABNAMRO y Fortis Nederland. Bélgica ha nacionalizado Fortis België (y después la ha vendido a BNP Paribas) y ahora la parte belga de Dexia Bank, desgajándolo del Holding Dexia (ya que la parte francesa se había vuelto insostenible pues parecía más un casino que un banco).
ResponderEliminarEn España también decíamos que estaba absolutamente prohibido hacer fusiones entre cajas de distintas comunidades autónomas y, de repente, se pudo. Lástima, como siempre, que no se hubiera hecho cuando las cosas iban bien. Caja de Castilla la Mancha habría sido absorbida, por ejemplo, por una caja catalana y Cajasur por el Círculo Católico de Burgos. Y nos habríamos ahorrado los contribuyentes unos buenos euros, que deberían estar en la caja de las pensiones y que se han malversado para rescatar bancos que nunca habrían llegado a esa situación si las autoridades encargadas de fiscalizar el sector bancario hubieran hecho su trabajo y los políticos el suyo en lugar de preocuparse de controlar su parcelita de poder a través de la Caja de su cortijo. Por cierto, que de esta malversación no ha resultado el procesamiento de ningún político ni de ningún alto funcionario.
Y la verdad, que no lo entiendo.
Sí...lo de todos esos preocesos yo tampoco
ResponderEliminarMe parece complicado....