Hoy me estaba haciendo algunas preguntas que quiero compartir con vosotros, mis escasos (pero valientes) lectores:
¿Por qué hay una inspección técnica de vehículos, obligatoria para todos los ciudadanos y empresas que poseen un vehículo, y no hay una inspección técnica de las finanzas de los ciudadanos?
¿Por qué hay controles de alcoholemia y no hay controles sobre la "borrachera financiera" que provoca todas las burbujas económicas? ¿Son acaso las consecuencias menos graves?
¿Por qué hay controles de velocidad en carretera y no los hay sobre las personas que pretenden enriquecerse demasiado deprisa, saltándose las normas que deberían regir para todos?
¿Por qué hay que pasar un examen obligatorio para obtener un permiso de conducción que faculta para conducir un vehículo y no se exige formación financiera alguna para contratar un plan de pensiones, una hipoteca o cualquier otro producto financiero?
¿No son acaso las consecuencias de un "accidente financiero" tan graves (hay gente que se suicida por no poder pagar su hipoteca) como las de un accidente de tráfico?
Creo que la administración debería realizar controles periódicos, mínimo cada tres años, sobre las finanzas de los ciudadanos, que se conoceria como ITF (Inspección Técnica de Finanzas) para ayudarles a:
1. Ser conscientes de su situación financiera y de los riesgos que corren.
2. Identificar situaciones de riesgo financiero.
3. Establecer un plan para corregir estas situacions de riesgo
4. Controlar el establecimiento y ejecución de dicho plan.
Esta labor se podría encargar a la Agencia Tributaria. Actualmente, la Agencia Tributaria tiene como casi único fin el establecimiento de controles para asegurarse de que los ciudadanos y las empresas pagan sus impuestos conforme a la legislación vigente. Esto hace que los ciudadanos teman (y en ocasiones, odien) su abnegada labor. Pero si se estableciese una obligación de inspección financiera trianual, (o más frecuente, en casos de riesgo financiero) para todas las empresas y ciudadanos en el sentido que he indicado en el párrafo anterior, se producirían los siguientes beneficios:
1. Los controles periódicos sobre los ciudadanos tendrán el mismo efecto que los controles periódicos de velocidad: por lo menos un poco antes y un poco después del control, el ciudadano haría las cosas conforme a las normas. En ocasiones, la simple seguridad de que tendrás un control hace que mejores tu cumplimiento de la ley.
2. El objetivo de la inspección sería ayudar a los ciudadanos a conseguir su independencia financiera. Su labor, daría un nuevo significado a la progresividad fiscal: en lugar de intentar que los ricos paguen más impuestos, se intentaría hacer que los más pobres obtengan más ingresos. Ya sé que ustedes no me van a creer, pero no hay nada que indique que lo primero sea más fácil que lo segundo. y, además, contribuye a la equidad económica con una eficacia con la que el actual concepto de progresividad fiscal no puede ni soñar.
3. Los ciudadanos verían a los inspectores de la Agencia Tributaria como una especie de "asesores financieros", lo que haría que fuesen bienvenidos. Al fin y al cabo, su labor sería ya no solo la de hacer que pagues dinero, en forma de impuestos, sino la de ayudarte a ganarlo y a conservarlo.
4. El aumento en la eficacia recaudatoria de la Agencia Tributaria por causa de esta reforma, contribuiría a la reducción de la presión fiscal sin merma de la capacidad recaudatoria del Estado.
5. Los ciudadanos serían financieramente menos dependientes de la Administración, que podría concentrar su política social y económica en ayudar a los ciudadanos verdaderamente necesitados, ya que casi todos los ciudadanos podrían valerse por sí mismos.
Esta medida se establecerá, al menos, mientras se reforma la educación para incluir una formación económica, fiscal y financiera mínima como parte imprescindible de la educación infantil básica, pudiendo prolongarse después, si se juzga necesario.
P.D.: En los Países Bajos, existen organismos cuya función es controlar las finanzas de los ciudadanos que tienen dificultades para hacer frente a sus obligaciones de pago. Mi propuesta consiste en extender este control a todos los ciudadanos y con carácter preventivo.
¿Por qué hay una inspección técnica de vehículos, obligatoria para todos los ciudadanos y empresas que poseen un vehículo, y no hay una inspección técnica de las finanzas de los ciudadanos?
¿Por qué hay controles de alcoholemia y no hay controles sobre la "borrachera financiera" que provoca todas las burbujas económicas? ¿Son acaso las consecuencias menos graves?
¿Por qué hay controles de velocidad en carretera y no los hay sobre las personas que pretenden enriquecerse demasiado deprisa, saltándose las normas que deberían regir para todos?
¿Por qué hay que pasar un examen obligatorio para obtener un permiso de conducción que faculta para conducir un vehículo y no se exige formación financiera alguna para contratar un plan de pensiones, una hipoteca o cualquier otro producto financiero?
¿No son acaso las consecuencias de un "accidente financiero" tan graves (hay gente que se suicida por no poder pagar su hipoteca) como las de un accidente de tráfico?
Creo que la administración debería realizar controles periódicos, mínimo cada tres años, sobre las finanzas de los ciudadanos, que se conoceria como ITF (Inspección Técnica de Finanzas) para ayudarles a:
1. Ser conscientes de su situación financiera y de los riesgos que corren.
2. Identificar situaciones de riesgo financiero.
3. Establecer un plan para corregir estas situacions de riesgo
4. Controlar el establecimiento y ejecución de dicho plan.
Esta labor se podría encargar a la Agencia Tributaria. Actualmente, la Agencia Tributaria tiene como casi único fin el establecimiento de controles para asegurarse de que los ciudadanos y las empresas pagan sus impuestos conforme a la legislación vigente. Esto hace que los ciudadanos teman (y en ocasiones, odien) su abnegada labor. Pero si se estableciese una obligación de inspección financiera trianual, (o más frecuente, en casos de riesgo financiero) para todas las empresas y ciudadanos en el sentido que he indicado en el párrafo anterior, se producirían los siguientes beneficios:
1. Los controles periódicos sobre los ciudadanos tendrán el mismo efecto que los controles periódicos de velocidad: por lo menos un poco antes y un poco después del control, el ciudadano haría las cosas conforme a las normas. En ocasiones, la simple seguridad de que tendrás un control hace que mejores tu cumplimiento de la ley.
2. El objetivo de la inspección sería ayudar a los ciudadanos a conseguir su independencia financiera. Su labor, daría un nuevo significado a la progresividad fiscal: en lugar de intentar que los ricos paguen más impuestos, se intentaría hacer que los más pobres obtengan más ingresos. Ya sé que ustedes no me van a creer, pero no hay nada que indique que lo primero sea más fácil que lo segundo. y, además, contribuye a la equidad económica con una eficacia con la que el actual concepto de progresividad fiscal no puede ni soñar.
3. Los ciudadanos verían a los inspectores de la Agencia Tributaria como una especie de "asesores financieros", lo que haría que fuesen bienvenidos. Al fin y al cabo, su labor sería ya no solo la de hacer que pagues dinero, en forma de impuestos, sino la de ayudarte a ganarlo y a conservarlo.
4. El aumento en la eficacia recaudatoria de la Agencia Tributaria por causa de esta reforma, contribuiría a la reducción de la presión fiscal sin merma de la capacidad recaudatoria del Estado.
5. Los ciudadanos serían financieramente menos dependientes de la Administración, que podría concentrar su política social y económica en ayudar a los ciudadanos verdaderamente necesitados, ya que casi todos los ciudadanos podrían valerse por sí mismos.
Esta medida se establecerá, al menos, mientras se reforma la educación para incluir una formación económica, fiscal y financiera mínima como parte imprescindible de la educación infantil básica, pudiendo prolongarse después, si se juzga necesario.
P.D.: En los Países Bajos, existen organismos cuya función es controlar las finanzas de los ciudadanos que tienen dificultades para hacer frente a sus obligaciones de pago. Mi propuesta consiste en extender este control a todos los ciudadanos y con carácter preventivo.