viernes, 23 de diciembre de 2011

222. La Navidad alternativa.

Sus dos primeros hijos (gemelos) murieron a las pocas horas de nacer, su cuarto hijo es autista. A su quinto hijo lo enterró con el traje de la primera comunión (muerto por el cáncer). Ahora él está enfermo de cáncer y ella ha dejado de trabajar para aferrarse con todas sus fuerzas a su familia.

Cada vez que te la encuentras y la miras a los ojos, tienes esa sensación de calor que exudan quienes están en paz consigo mismos. Siempre amable, con una sonrisa en los labios, con frecuencia con un chiste. A pesar de todo lo que ha sufrido (y lo que le queda) es un placer estar a su lado. Su vida es una semana de Pasión pero en su alma, siempre es Navidad.




La navidad es una carrera en el centro comercial, entre un río de gente; un atracón (o varios); una borrachera (o varias); una disputa con algún familiar (o varios); niños que gritan, comprar regalos que no puedes pagar, juguetes nuevos que, con suerte, no se romperán al día siguiente de recibirlos; saludar a un señor gordo vestido de rojo que ríe estúpidamente; estrés; mal humor; quizá una intoxicación alimentaria o una gripe. Esto es lo que hay, esto es la navidad y cada año lo mismo.

Claro que esto es una elección y hay otras. Hay una Navidad "alternativa", que es como la medicina "alternativa". Por la presión del comercio y la industria, ha pasado de ser "la auténtica" a ser "la otra". Nadie la recomienda, nadie gana mucho dinero con ella, no te la dan, ni la puedes comprar. Esa otra Navidad hay que hacerla y consiste básicamente en esforzarse en ser feliz y en hacer felices a los demás, pase lo que pase.

Os deseo la hombría de bien de la que se hace la verdadera Navidad.

martes, 20 de diciembre de 2011

221. Usufructo y nuda propiedad.

El precio de todo objeto material se compone de la suma del precio de mercado de los dos derechos que emanan del mismo: el usufructo y la nuda propiedad. El usufructo es el único que produce utilidad, goce y disfrute. Es el verdadero valor del objeto. La nuda propiedad, sin embargo, es la parte mostrenca del objeto, en realidad no sirve para absolutamente nada, a no ser que pueda alguno de ustedes ver la utilidad, el goce, el disfrute y el valor de tener algo y no poder utilizarlo, su valor, por lo tanto, en un mercado racional, debería tender a cero.

Toda crisis económica comienza cuando las personas adquieren en masa objetos materiales que realmente no les producen un aumento en la utilidad, el goce, el disfrute equivalente al precio que pagan por ellos. Dado que el verdadero valor de un objeto material es su uso y disfrute, la crisis económica es el resultado de la inflación de la nuda propiedad.

Voy a poner un ejemplo fácil de entender: Cuando alguien alquila una casa paga, a precios de mercado, por el uso de la misma. Cuando alguien compra una casa, paga por el uso (equivalente al uso de quien alquila) y por ese componente difuso que es la nuda propiedad. En el momento en que se paga más por la hipoteca de una casa que lo que se paga por el alquiler de una casa equivalente, la diferencia que estamos pagando es el servicio de la nuda propiedad de la casa. No hay síntoma más evidente de que se está produciendo una burbuja económica que el hecho de que se paga demasiado por la nuda propiedad.  En España, durante muchos años se ha producido un fenómeno que, ocurriendo a la vista de todo el mundo, parece mentira que nadie se haya dado cuenta de lo peligroso que era: se ha llegado a pagar hasta cuatro veces más por la hipoteca de una vivienda en propiedad que por el precio de alquiler de una vivienda equivalente, es decir, que el precio de la nuda propiedad, que debería tender a cero, era hasta tres veces superior al precio de mercado del usufructo. Un ejemplo evidente de la deficiente educación financiera de la población que estaba pagando un alto precio por algo carente de valor.

Y ¿cómo es posible que tantos millones de personas ignoren algo tan evidente? Pues como en todas las cosas, porque la ignorancia de este principio tan fundamental de la economía beneficia a determinadas personas, empresas o instituciones que se han asegurado de que, de forma consciente o inconsciente (a veces basta con "deformar" adecuadamente a una persona para que se convierta en un esbirro y aún crea que está obrando el bien), nuestros políticos nos convenzan de que el derecho a una vivienda digna es realmente el derecho a poseer una vivienda digna. Como consecuencia de ello y con el fin de asegurar el ejercicio de ese derecho a poseer una vivienda digna, habrán millones de personas dispuestas a pagar un alto precio por la nuda propiedad de la vivienda (algo que, como he dicho anteriormente, apenas tiene valor intrínseco), creando un mercado especulativo a partir de una idea equivocada para beneficio de banqueros, constructores, agentes de la propiedad inmobiliaria, especuladores y, como olvidarlo, las diversas instituciones públicas que cobran impuestos de este intercambio de aire cocido.

domingo, 18 de diciembre de 2011

220. Recesión en los Países Bajos.

Le comento a mi suegra que mi madre está muy preocupada porque hay recesión en los Países Bajos y que como nosotros vamos a mudarnos a Utrech el año que viene, pues que "a ver si no nos va a ir bien".

Y mi suegra levanta una ceja y dice: "¿y qué va a pasar en los Países Bajos, con la recesión? ¿que en vez de irnos tres veces de vacaciones al año, nos vamos a tener que ir dos, o que en vez de ir a Australia o a un crucero por el Caribe nos vamos a tener que ir de camping a las Ardenas? No hay niño que no haya visitado diez países y que no vaya a esquiar en invierno y a navegar en verano, que no tenga consola Nintendo, y Wii y ordenador portátil. He ido de vacaciones prácticamente por todo el mundo y no hay ni un solo destino, por remoto que sea, en que no haya encontrado un holandés. Así que creo que podemos aguantar una recesión o dos."

Y se queda más ancha que larga.

La recesión a los neerlandeses no les preocupa demasiado, lo que les preocupa es la cultura del seis. Es decir, lo que les preocupa es que llegue un día en que los neerlandeses dejen de querer ser, en todo, los primeros de la clase.