martes, 27 de noviembre de 2012

270. La jaula de los monos.

Toda la vida se ha dicho que la antiguedad es un grado. Lo que no está claro es de qué.

Lo leo en el diario de un amigo. Habitualmente su diario es muy técnico, demasiado complicado para mí, pero este mensaje es muy clarito.

Imaginemos una jaula con cuatro monos. Llamémosles, por simplificar, mono 1, mono 2, mono 3 y mono 4. Colgamos del techo un plátano y bajo el plátano, colocamos una escalera. Uno de los monos empieza a subir por la escalera y al alcanzar el tercer peldaño, activa un mecanismo automático que abre unas duchas en el techo de la jaula que rocían a los cuatro monos con un potente chorro de agua a presión a 6 grados de temperatura.

Poco después, el mismo mono, u otro distinto, intenta de nuevo subir la escalera para agarrar el plátano y al llegar al tercer escalón, vuelve a pasar lo mismo: chaparrón helado. La siguiente vez que uno de los monos intenta subir la escalera, los otros monos se lo impiden. A ninguno de los cuatro monos se le ocurre ya ni acercarse a la escalera por miedo del agua fría.

Entonces sacamos al mono 1 y lo sustituimos por un nuevo mono, al que llamaremos mono 5 que, naturalmente, lo primero que hace es intentar subir la escalera para agarrar el plátano. Aterrorizado, comprueba que sus compañeros se le tiran al cuello y le dan una soberana paliza. Dos palizas después, al mono 5 no se le ocurre ni arrimarse a la escalera.

Seguimos el proceso sustituyendo al mono 2 por el mono 6 y entonces ocurre algo interesante. Cuando el mono 6 intenta subir por la escalera, los otros tres monos le dan tortas al mono 6 hasta en el cielo de la boca. Y en este punto, quiero llamar la atención sobre el mono número 5. Este mono no ha sufrido las duchas frías, es decir, que no sabe por qué no debe intentar subir la escalera para alcanzar el plátano y, sin embargo, participa en la paliza con tanto entusiasmo o más que los otros dos monos.

Si seguimos el proceso de sustitución, cuando tenemos a los monos 5, 6 y 7 en la jaula y metemos al mono 8, éste último intenta subir la escalera para agarrar el plátano y los otros tres monos le dan una paliza. A estas alturas, no hay ningún mono en la jaula que haya sufrido las duchas frías y, por lo tanto, ningún mono sabe por qué no deben  intentar subir a la escalera para agarrar el plátano y, sin embargo, le pegan una paliza al mono ocho que lo dejan para el arrastre.

Cuando el mono 8, tullido por la paliza, pregunta por qué no puede comer ese platano, los monos 6 y 7 se vuelven hacia el 5 (al fin y al cabo, es el más antiguo). Y el mono 5, adoptando un aire de suficiencia responde:

- " Porque no es así como hacemos las cosas aquí, chaval".

jueves, 22 de noviembre de 2012

269. Educación diferenciada.

Desde hace un mes doy clase de español a alumnos de la escuela de mis hijas. Y con cada clase, me reafirmo en mi opinión de la absoluta necesidad de establecer una educación diferenciada por sexos.

Las niñas, sonrientes y entusiastas, repiten correctamente cada palabra y es evidente que han ensayado en casa para recordar bien la pronunciación. Son como esponjas que lo absorben todo y piden más. Y están agradecidas de tener la oportunidad de aprender un idioma nuevo y la van a aprovechar. En la segunda clase, ya pueden decir correctamente frases sencillas. "Yo me llamo C. ¿y tú?" Hasta hacen la ll lateral palatal, como a mí me gusta. Está claro, además, que han ensayado en casa para poder demostrar en la siguiente clase, con orgullo, que han aprendido.

Entretanto, tendré suerte si algún chico acaba aprendiendo una palabra al final de cada clase, porque ellos, tumbados en sus sillas, se pasan el tiempo peleando, insultando a sus compañeras y haciendo gala de su mala educación.

- "Mi nombre es español....¿qué significa?", pregunta una niña con ligero sobrepeso.
- "Saco de patatas" contesta un chico, para regocijo de los demás niños.

Y me parece una lástima emplear un tiempo en que podría enseñar una nueva frase o palabra en explicar a un niño que va de gracioso, que tiene menos gracia de lo que cree. O explicando que no me parece bien que un niño grande le quite el cuaderno a otro más pequeño.

Tras solo tres clases, se forma entre niños y niñas un abismo tan grande, que los niños se aburren porque no entienden nada y las niñas también se aburren, porque no aprenden nada. Y la clase se va a mierda.

Está científicamente demostrado que el desarrollo, tanto físico como intelectual, de niños y niñas no es paralelo y que, por lo tanto, tienen a cada edad necesidades educativas diferentes. Debería haber, por lo tanto, profesores especializados en la educación de niñas y profesores especializados en la educación de niños (en algunas edades, algo parecido a un domador de fieras) hasta que puedan converger, probablemente, en torno a la edad en que acceden a la universidad.
 
Evitar esta discusión por ser incómoda y políticamente incorrecta no soluciona el problema. Hay gente que dice que la educación mixta ayuda a que los niños comprendan y respeten mejor a sus compañeros del otro sexo. Francamente, yo no lo veo. Por poner un ejemplo, bastante menos dramático de los que muestra habitualmente la realidad de nuestros colegios e institutos, uno de hoy mismo: una niña perdió un objeto que le era muy querido y estaba llorando. Sus compañeras, inmediatamente, se pusieron a su disposición para buscarlo, mientras que sus compañeros se reían y se burlaban de ella. Y no creo que sea  por maldad, sino porque no pueden entender una reacción emocional por algo que tiene (según su criterio) tan poca importancia. Otra cosa sería, por ejemplo,  que se hubiera caído de un árbol. Eso sí lo entenderían.

Creo que sería importante que los padres pudiesen elegir verdaderamente la educación de sus hijos. Se debería ofrecer la posibilidad de una educación diferenciada, pública y laica para aquellos padres que lo requieran, de modo que quienes quieran que sus hijos reciban una educación diferenciada, no tengan que recurrir a llevar a sus hijos a determinados colegios religiosos donde enseñan que varones y mujeres tienen distinto valor y distintas funciones en la sociedad y tengan, además, que pagar mucho dinero por ello. El argumento de "el que quiera educación diferenciada, que se la pague" es mezquino y equivale a otros argumentos que han sido ya desechados, precisamente, por reaccionarios.

Y, claro está, es también importante preparar mejor la siguiente clase ;-)