miércoles, 30 de noviembre de 2011

219. El débito conyugal.

Un hombre ha sido condenado en Francia a pagar a su esposa una indemnización de €10000 por no cumplir con el débito conyugal, es decir, por negarse a tener sexo de forma habitual con su mujer. La parte acusadora se casó con la parte acusada en 1986 y es madre de sus tres hijos. Pero parece ser que después de los tres niños no ha habido mucha actividad en el dormitorio. El juez dijo en su veredicto que "el sexo es la expresión del afecto mutuo de los cónyuges".

Reflexión número 1.: ¿Cómo ha podido demostrar la mujer que su marido no le daba tralla?
Reflexión número 2.: ¿Cómo ha establecido el juez con cuánto sexo se cumple con el débito conyugal? ¿Depende de los deseos del otro cónyuge o se hace una media aritmética? ¿O hay un baremo por edades?
Reflexión número 3.: ¿Me da esto derecho a exigir a mi mujer un determinado número de prestaciones sexuales?
Reflexión número 4.: Esto de exigir indemnización al marido por falta de sexo es ¿retró o progre? Quiero decir, en un entorno en el que el adulterio no es punible (a pesar de ser una evidente violación del contrato de matrimonio) ¿como es posible que pueda penarse el no cumplir con el débito conyugal?
Reflexión número 5.: Si el no cumplir con el débito conyugal es punible, ¿tiene sentido la violación entre cónyuges? ¿O al menos podría considerarse el incumplimiento del débito conyugal como eximente en el caso de violación entre cónyuges?
Reflexión número 6.: ¿Alguien se imagina la que se habría liado si al juez se le hubiera ocurrido castigar a la mujer por no cumplir con el débito conyugal? Yo creo que habría sido portada en todos los periódicos del mundo, habrían protestado todos los partidos políticos, todos los colectivos de derechos sociales y los colectivos feministas habrían exigido la inhabilitación a perpetuidad de semejante machista de mierda.

Y es que todos los sexos son iguales, pero unos más iguales que otros.

jueves, 24 de noviembre de 2011

218. Música sin royalties.

Un cliente sube en su coche a una prostituta en la Casa de Campo y le pide un trabajo manual. 

- ¿Con música o sin música?
- No sé, hazlo con música.

Y entonces la meretriz se pone cuatro pulseras. ¡Cling, cling, cling, cling.....!
El chiste es muy malo pero me vino a la cabeza escuchando un programa de la radio belga francófona en que intentaban averiguar de que medios se valían los defraudadores para no pagar el IVA a Hacienda. Era impresionante oír el desparpajo con que diversos trabajadores y empresarios contaban, en público y ante un medio de comunicación que escuchan varios millones de personas, que más de la mitad de su facturación no solo va sin IVA sino que no deja constancia en ningún sitio, que no deja ni huella. Uno habló de programas informáticos contables con "aplicación B", que permite guardar la contabilidad B en una memoria USB de modo que, ante una inspección de Hacienda, no se pueda encontrar rastro alguno. Un restauradorOtro contaba que guardaba los libros B en casa de un primo suyo, otro decía que lo guardaba todo en su cabeza. Y después de hablar con fontaneros, transportistas, restauradores, baristas y las más variadas profesiones, llama un señor que dice que el ginecólogo que operó de urgencia a su mujer le pidió 500 euros en B, sin entregarle recibo alguno por lo que no pudo repercutir la factura a la Mutualidad, con la advertencia de que, si no pagaba ese importe, en el hospital en que trabajaba tenía otros pacientes a los que atender.

De poco sirvieron las advertencias del presentador sobre la dificultad de reclamar si no hay factura, que se convierte en imposibilidad cuando el vendedor elimina cualquier rastro de la transacción. O cuando dijo que la pensión de un trabajador que ha recibido parte de su remuneración en negro (en ocasiones más del 50%), será inferior a la del trabajador con nómina en regla, porque aquél habrá cotizado menos que éste: todos, empresarios, trabajadores y clientes parecían reconocer inmediatamente las innumerables ventajas del pago "bajo cuerda". Pero lo más terrible de todo fue cuando el locutor llamó a un inspector de Hacienda, a quien habían pedido que escuchara el programa y le preguntó si existía alguna forma de detectar esta contabilidad fraudulenta y el inspector dice: "Lo que se está diciendo aquí es verdad. No podemos detectarlo todo. Muchas de las transacciones sin IVA no dejan huella alguna y son indetectables". Y yo alucinando en todos los colores de la clasificación RAL. Aquí teníamos a un inspector de Hacienda reconociendo en público, ante millones de ciudadanos su impotencia para detectar el fraude fiscal relativo al más importante de los impuestos indirectos. 

El programa tuvo también momentos graciosos cuando los distintos "pofesionales" contaban como abordaban la cuestión de proponer a sus clientes el olvidarse de formalidades y que había incluso algunos códigos para dicha aproximación...selecciono los tres mejores:

CASO 1: (en una tienda de muebles con fabricación propia)

¿Usted no necesita factura, verdad?

CASO 2: (en un restaurante)
"¿Quiere usted un ticket de IVA?"

Si el cliente dice que no, se rompe el recibo y la facturación va íntegra directamente a la caja B para pagar a los empleados bajo cuerda.

CASO 3: (una empresa de mudanzas).
- "¿Factura pequeña o factura grande?"

Si pides factura pequeña, te dan una factura por el importe mínimo y todos los extras te los cobran en negro.

Pero la mejor de todas:

CASO 4: (un fontanero)

- "¿Con música o sin música?"

Y me imagino a mí mismo diciéndole: 

- Póngase las pulseras, que soy de la Sociedad de Derechos de Autor. (Traducción: Con IVA, que trabajo en Hacienda).

Solo por ver la cara que pone.

lunes, 21 de noviembre de 2011

217. Chinito no pagal.

Un amigo, de gira comercial por Asia para intentar vender a los asiáticos algo que ellos no son capaces de hacer mejor y/o más barato (que ya tiene mérito) ha tenido ocasión de charlar largo y tendido sobre la situación económica mundial con muchos amigos asiáticos. Mi amigo viene con los ojos muy abiertos después de oír decir a sus colegas asiaticos (ha estado en Hong Kong, Taiwan, China, Singapur y Tailandia) que, en principio, no tienen inconveniente en que una parte de su dinero vaya a financiar la deuda europea siempre que se den unas ciertas condiciones. Su colega de Singapur dice que es ESCANDALOSO que en Europa haya gente que cobre una pensión sin haber trabajado (ni cotizado) un solo día de su vida. Su colega tailandés dice que es INCREÍBLE que consideremos normal que el Estado nos pague casi todo. Su colega chino dice que es una VERGÜENZA que la rica Europa extienda la mano hacia Asia sin antes hacer esfuerzos "verdaderamente serios" para adaptar su modo de vida a su capacidad financiera. Su colega de Taiwan dice que trabajamos poco y que tenemos demasiadas vacaciones pagadas. Este sentimiento también está presente entre los asiáticos que viven en Europa (entre la comunidad china de Antwerpen circula un periódico en el que apareció la semana pasada una viñeta representando a un europeo gordo, con una bolsa llena de toda clase de bienes, tirado en la calle pidiendo limosna a flacos chinos que caminan a toda velocidad hacia sus quehaceres. Esta es la imagen que los orientales tienen de nosotros, imagen que está siendo amplificada adrede por la prensa tanto en los países donde hay prensa libre como en los países donde solo hay prensa oficial. Y hay que tener en cuenta que los interlocutores de mi amigo no son precisamente personas sin formación, o de mentalidad oriental, o cerrados de mente sino que se trata de personas cultivadas, educadas en universidades prestigiosas de Europa y de los Estados Unidos y que han vivido al menos cinco años en Occidente. Quiero decir que son hombres de mundo, vaya.

Y mi amigo vuelve de Asia sin vender una escoba y con la cabeza gacha y con una idea clara de cual va a ser nuestro futuro, lo queramos o no. Porque Asia (y las satrapías de Oriente Medio, que es aún peor) es el único sitio de donde puede venir la financiación para salir de esta crisis. Y ya vamos teniendo una idea de cuales son las condiciones. El "mercado" tiene la cara amarilla, y dice que "chinito no pagal a vagos".



martes, 8 de noviembre de 2011

216. Mandar es bueno para el cerebro.

El mandar es bueno para el cerebro, o al menos eso parece concluirse de cierta investigación científica. Parece ser que  la actividad de gerencia estimula el hipocampo. El hipocampo es la parte del cerebro que dirige la memoria y la capacidad de aprendizaje.

Un equipo de investigadores australianos de la University of New South Wales liderados por Michael Valenzuela ha demostrado que el hipocampo de los ancianos de 80 años que a lo largo de su carrera profesional han desempeñado cargos de responsabilidad es mucho más grande que el de aquellos que no los han desempeñado. Es más hay una relación directa entre el número de subordinados que el sujeto ha tenido a lo largo de su carrera y el tamaño del hipocampo. Dado que un hipocampo más grande trae consigo que el anciano permanece más alerta y sufre menos de demencia senil, podemos llegar a la conclusión de que mandar hace que el cerebro se mantenga más en forma, es decir, que mandar es bueno para el cerebro.

Entonces, ¿no queda esperanza para usted que ni siquiera ha sido presidente de la comunidad de vecinos de su escalera?. Bueno, quizá el 20-N tiene la oportunidad de mandar a alguien a tomar por el saco.

Hágalo, es bueno para su cerebro.